Las obras de emergencia que, hace casi tres meses, la Junta de Andalucía se vio obligada a acometer en el túnel del metro de Málaga, junto a la muralla nazarí, contarán con una inversión de 1,5 millones de euros. Así lo aprobó el Consejo de Gobierno, que había incluido en su orden del día estos trabajos ocasionales en el tramo Renfe-Guadalmedina, que ya se encuentran al 70 por ciento de su ejecución.

Según explicaron fuentes del Gobierno andaluz, la actuación que se tuvo que llevar a cabo «consiste en un tratamiento de jet grouting (inyección de mortero) para lograr la estanqueidad en el túnel por el alto nivel freático del subsuelo». De hecho, esta intervención fue necesaria una vez que el pasado 28 de octubre «se produjo una repentina y masiva entrada de agua durante los trabajos de excavación en el túnel», tal y como recordó la Junta de Andalucía en alusión a estas obras de emergencia que lleva a cabo la Agencia de Obra Pública, dependiente de la Consejería de Fomento, Infraestructuras y Ordenación del Territorio.

En este sentido, los responsables de la ejecución de estos trabajos recalcaron que «se obró con diligencia» por diferentes motivos. Entre ellos, citaron la necesidad de «proteger a los trabajadores en el interior del túnel, como medida de autoprotección de la obra ya ejecutada evitando la inundación del túnel; evitar daños irreparables a la muralla nazarí, declarada Bien de Interés Cultural; y evitar la afección a terceros por derrumbes».

Este incidente motivó que «las obras dentro de este túnel, entre los puntos kilométricos 0+550 y 0+706, se encuentren temporalmente suspendidas». Y que «para efectuar la actuación de emergencia haya sido necesaria la ejecución de unos desvíos de tráfico».

Se da la circunstancia de que el primer nivel del túnel del metro, bajo Callejones del Perchel, fue la localización elegida, dado que en su interior se halla también la muralla nazarí, para el traslado y posterior puesta en valor expositiva de restos arqueológicos hallados en las obras.