Aunque buena parte de la provincia se encuentra desde ayer en alerta ante la previsión de fuertes precipitaciones, la fuerte granizada de la pasada madrugada en la capital ha dado la sorpresa con imágenes nada usuales que se han hecho virales más allá de las fronteras malagueñas. Según ha informado el portal eltiempo.es, la lluvia de hielo se ha producido entre las 6:30 y 7:30 horas en el marco de los avisos por tormentas en las zonas de Guadalhorce, Axarquía y Costa del Sol, llegando a acumular en algunos puntos tanta cantidad de hielo que muchos la han confundido con nieve. Desde dicha web han estimado que se han registrado 40 litros por metro cuadrado de precipitación en forma de granizo en 12 horas y no descartan que este fenómeno se repita mañana.
Según los expertos de esta web especializada en meteorología, para que se produzca granizo es necesario "la formación de nubes tormentosas o cumulonimbos de gran desarrollo vertical", es decir, que estén internamente formadas por una columna de aire cálido y húmedo que se eleva en forma de espiral rotatorio y que son responsables de las tormentas eléctricas y de las intensas lluvias. En el interior de estas nubes, añaden, gotas de agua muy frías se convierten en hielo al ascender a las zonas más elevadas de la nube debido a corrientes que las fuerzan a subir y bajar. "Las nubes de gran desarrollo vertical dan lugar a la formación de corrientes ascendentes y descendentes en su interior que crean las bolas de granizo. Cuando pesan mucho caen por efecto de la gravedad", explica Mar Gómez, doctora en Físicas y responsable del área de Meteorología de este portal.
Para la formación del granizo es necesaria una temperatura mínima de -15 grados, ya que se forma en la parte más alta de estas nubes, donde la temperatura es bastante más baja. En ese punto, los cristales de hielo crecen con las gotas de agua que van arrastrando las corrientes ascendentes. Cuando alcanza un tamaño lo suficientemente grande, ya no puede permanecer más tiempo en el aire y cae por acción de la gravedad, arrastrando en su camino el interior de la nube gotitas. "El granizo crece así ganando nuevas capas de hielo y es que se pueden dar varios ciclos de ascenso y descenso hasta que la piedra de granizo es tan pesada que las corrientes no son capaces de elevarla de nuevo", han añadido.
