Unos 30 vecinos del diseminado de El Bollo, al norte del embalse del Tomillar, en el distrito de Campanillas, permanecían este viernes todavía incomunicados, por el desbordamiento del arroyo del Pilarejo, que corta el dos el único camino de acceso a Campanillas.

Inmaculada Montilla, vecina del diseminado, explicó que hay numerosas personas mayores, así como niños que no han podido hoy ir al colegio porque el autobús escolar no puede acceder hasta ahí.

"Todos los caminos aquí son de tierra y están destrozados, pero hasta el arroyo se puede pasar, a partir de ahí no", señaló, y lamentó que los caminos estén "abandonados" , "y sólo el día antes de la lluvia estaban empezando a desbrozarlos". Precisamente, el que los caminos sean de tierra ha hecho que con la irrupción del arroyo aumenten los socavones de la vía y no sea posible cruzarlo, contó.

La vecina informó de que dos coches se habían quedado en el arroyo, sin poder pasar ."Los servicios operativos nos dicen que están empezando a arreglar todo más abajo, por el diseminado de El Mallorquín, así que hasta que lleguen aquí pueden pasar horas", criticó.

En su caso, explicó que tiene dos niños pequeños, mientras que sus suegros, de 83 y 73 años, viven en una casa vecina. Además, contó que trabaja en una empresa de ayuda a domicilio: "Ayer no pude trabajar y hoy, que me cubrían hasta las 11 de la mañana, tampoco".

Inmaculada Montilla pidió al Ayuntamiento más atención a este diseminado de Campanillas, "porque estamos incomunicados, los caminos están abandonados -reiteró- y pagamos casi 600 euros de IBI al año".