La presentación de proyectos para la construcción de nuevas viviendas en Málaga ha sufrido en 2019 su primera bajada en cinco años tras un último trimestre del ejercicio especialmente flojo, según informó ayer el Colegio de Arquitectos, que achaca el menor ritmo de actividad, más que a la situación general de enfriamiento económico, a la «inestabilidad» política de estos últimos meses, con las elecciones del pasado 10 de noviembre y las dificultades en la formación de Gobierno. La provincia de Málaga cerró el año con 7.102 visados de viviendas, un 7,5% por debajo de las cifras del año anterior, y en particular el último trimestre se saldó con sólo 1.293 unidades proyectadas, un 45% menos que en el mismo periodo de 2018.

El decano del Colegio, Francisco Sarabia, apuntó que el «pico de incertidumbre» en el ámbito político ha retrasado o paralizado la toma de decisiones por parte de los inversores y, pese a la caída, se mostró satisfecho con las cifras que, a su juicio, consolidan el nivel de producción del sector. «Este ligero descenso no es significativo y puede deberse a esa inestabilidad, que ha generado desconfianza en nuestra economía, afectando a la inversión», añadió. El total de visados en 2019 contó con una inversión de 886 millones de euros repartidos en 961 proyectos (725 unifamiliares y 235 plurifamiliares).

La cifra de visados registró su mínimo histórico en Málaga en el año 2014 (sólo 798 en todo el año) y desde entonces había venido creciendo ejercicio tras ejercicio con la reactivación económica general, llegando a 7.678 a cierre de 2018. El 2019 trunca esa racha de subidas.

Por municipios, Málaga capital ha sido la localidad con más viviendas visadas el pasado año con 1.353, seguida de Estepona (1.223), Marbella (662), Mijas (659), Fuengirola (601), y Vélez-Málaga (424). Sarabia advirtió, no obstante, de que las cifras de visado de los municipios del interior siguen siendo «testimoniales».

La cara más positiva del sector lo ofrece el volumen de casas terminadas, que sí continúa subiendo dado que refleja las obras de viviendas cuyos proyectos fueron visados en años anteriores y que ahora van llegando en cifra cada vez mayor al mercado. El ejercicio de 2019 se cerró de esta forma con 4.507 vivendas acabadas, un 29,7% más que el año anterior. Málaga (1.425), Estepona (676), Mijas (429) y Marbella (284) fueron las localidades más activas. En el año 2015, que marcó el punto más bajo en el capítulo de casas acabadas, la cifra fue de 1.134.

«El año ha sido bueno a pesar de ese último trimestre de descenso de visados. Para 2020 esperamos que se consolide la actividad y que tengamos datos similares o incluso algo mejores a los de este año. La situación política se ha despejado y hay un Gobierno estable, dentro de la composición que tiene. Los políticos deben ir asumiendo que nos enfrentamos a nuevos tiempos que hay que acometer desde diferentes criterios», apuntó el decano.

También confió en que el contexto internacional se estabilice, aunque admitió que el brexit también tendrá sus efectos, ya que el mercado británico es muy importante para el sector inmobiliario de la Costa del Sol. «Confiamos en poder seguir al alza. Lo necesitamos. La economía de esta región tiene dos pilares en el turismo y la construcción que tenemos que cuidar y preservar», señaló.

Precios, VPO y burocracia

En cuanto a la evolución de los precios, Sarabia apuntó que seguirán subiendo mientras haya demanda de vivienda, y recordó que el litoral malagueño es «objeto de deseo» en Europa y en otros ámbitos internacionales. Por ello, lamentó el «descuido total» de las administraciones a la hora de desarrollar planes de VPO y vivienda social. De hecho, entre los 7.102 visados registrados en 2019 en la provincia tan sólo puede hallarse un proyecto de VPO con seis viviendas, situado en Málaga capital.

«La cifra es ridícula y obedece a una ausencia de interés de las administraciones en la promoción de viviendas asequibles. Es un problema acuciante y gravísimo, sobre todo en aquellos colectivos en búsqueda de vivienda, como son los jóvenes o la clase media, que se encuentran completamente desatendidos. Llamamos la atención a los políticos para que pongan el foco en eso», afirmó.

El representante de los arquitectos también denunció los retrasos administrativos que siguen sufriendo los expedientes y las licencias de proyectos para la construcción de nuevas viviendas, resaltando la situación de la zona Centro de Málaga, donde las demoras en las licencias superan el año cuando por ley no deben ir más allá de los tres meses. Sarabia añadió que la capital «no está tirando como antes» en cuanto a ritmo constructor, algo que vincula también a esta circunstancia. El hecho de que la Junta de Andalucía tenga competencias sobre esta materia y que haya intervenciones por parte de Cultura o prospecciones arqueológicas en algunos proyectos contribuye a que los plazos se demoren, según indicó.

«Se está produciendo un desvío de inversiones hacia otras provincias y otros ámbitos urbanos donde la seguridad jurídica permite establecer unos plazos de inversión claros. En Málaga, las concesiones de licencias se dilatan más de lo previsto», aseguró.