Las cifras de la Encuesta de Población Activa (EPA) publicadas este martes por el INE y correspondientes al cierre de 2019 han supuesto un jarro de agua fría para el mercado laboral de Málaga. Mientras que España siguió creando empleo el pasado año a un ritmo moderado, la provincia no ha podido sumarse en esta ocasión a la buena tendencia y muestra un ligero retroceso que parece evidenciar ya los efectos de la desaceleración económica. Así, el ejercicio dejó en Málaga una subida de 10.800 parados que sitúan el total en 139.800 desempleados y una caída de 2.500 ocupados para un global de 647.900 trabajadores.

La subida anual del paro es la más alta de España a nivel provincias tras las de Alicante (8.400) y Ciudad Real (6.800). Por contra, hubo descensos en Madrid (-43.900), Barcelona (-22.400), Valencia (-4.700) o Sevilla (-1.700).

La tasa de paro en Málaga. Se trata de la primera subida desde 2013, cuando se alcanzaron los 282.500 desempleados y una tasa de paro del 36,2%. Actualmente, el nivel de desempleo en la provincia se sitúa cinco puntos por debajo del andaluz (20,80%) y algo más de cuatro puntos por encima de la media nacional (13,78%). Por sexos, las mujeres siguen presentando una mayor tasa de desempleo en Málaga, con un 19,48%, frente a un 16,22% de los hombres.

En cuanto a la población activa, el número de personas en edad y disposición de trabajar ha aumentado en la provincia a lo largo de 2019 en 8.200 personas, para un total de 787.200. El progresivo aumento de activos es uno de los argumentos que suele utilizarse desde el ámbito empresarial para explicar las dificultades de Málaga para rebajar en mayor medida su nivel de paro ya que la provincia siempre atrae a muchas personas de fuera en busca de trabajo. La tasa de actividad (personas que trabajan o buscan empleo sobre el total de la población) bajó dos décimas hasta el 56,4% y está ligeramente por debajo del porcentaje andaluz (56,6%) y nacional (58,7%).

Pese a la subida del paro en 2019, las cifras son las segundas más bajas desde mitad de 2008 aunque todavía superan en más de un 70% a las que registraban antes del inicio de la recesión.

Respecto al empleo, el ligero descenso de ocupados en este pasado año rompe dos años de grandes subidas. En 2018 se crearon 48.700 empleos y en 2017 otros 31.600. El mayor crecimiento anual se registró en 2014, con 66.700. Por sectores, en este pasado 2019 hubo caídas en los servicios (que pierden 3.400 trabajadores y se quedan en los 532.500), y en la construcción (rebaja 9.900 y deja el total en 50.100). Suben la industria (se añaden 7.600 y llega a 45.400) y la agricultura (que aumenta en 3.100 ocupados y alcanza los 19.900).

Por otro lado, también hay que referirse a la comparativa trimestral (es decir, la evolución del cuatro trimestre de 2019, que incluye el impacto de la campaña navideña, respecto al tercero, que marcaba el fin del verano). Málaga presenta en este caso una evolución moderada del mercado de trabajo, con 3.800 parados menos aunque también con 2.700 ocupados menos. En cualquier caso, estos descensos parecieron obedecer más a que la población activa bajó en 6.600 personas en este trimestre.

Valoración sindical y empresarial

El sindicato UGT-A dijo que el mercado sigue protagonizado por una «precarización absoluta» del mercado laboral y reclamó medidas como la derogación de las reformas laborales. CCOO, por su parte, lamentó que el desempleo en Málaga sigue afectando sobre todo a mujeres y jóvenes. «Exigimos unas políticas activas de empleo que incidan en estos colectivos», afirmó la secretaria de Empleo y Formación del sindicato en Málaga, Patricia Laguna.

La Confederación de Empresarios de Málaga (CEM) afirmó que el incremento registrado en la tasa de paro es el primero que se observa en un cierre de ejercicio desde hace seis años pero destacó el aumento de la población activa «como factor vinculado» a esta subida del número de demandantes de empleo. «Es preciso seguir incrementando esfuerzos para consolidar el ritmo de generación de empleo, con estrategias orientadas a impulsar el desarrollo del tejido productivo malagueño. El empleo debe constituir una prioridad, y ser el principal eje de la política, tanto social como económica. Para ello, es preciso impulsar un ámbito de actuación estable, siempre en el marco del Diálogo Social, que preste especial atención a las empresas, como generadoras de puestos de trabajo, y una normativa laboral clara que favorezca la generación y el mantenimiento de dichos empleos», dijo.

En España, el paro bajó en 112.400 personas en 2019, lo que supone un 3,4% menos que en 2018, registrando su séptimo descenso anual consecutivo. No obstante, este retroceso es inferior a los experimentados en los cinco años anteriores. En comparación con 2018, el paro bajó en 2019 cuatro veces menos. La tasa de paro se situó al finalizar 2019 en el 13,78%, porcentaje seis décimas inferior al de 2018 y su nivel más bajo en once años, y el número total de desempleados cerró el ejercicio en 3.191.900 personas.

Por su parte, el empleo creció en 2019 en 402.300 personas, un 2,06% respecto a 2018, logrando su sexto aumento anual consecutivo. Sin embargo, al igual que ocurre con el paro, el incremento de la ocupación registrado en 2019 es el menor desde 2013, cuando España destruyó 204.200 puestos de trabajo. En los seis años en los que la economía española lleva creando empleo se han generado en total algo más de 2,8 millones de puestos de trabajo.

De esta forma, 2019 finalizó con 19.966.900 ocupados, la cifra más alta desde los últimos once años y con 3.191.900 desempleados, el menor dato en un cierre de año desde 2007.

Evolución en Andalucía

El paro se redujo en Andalucía en 10.500 personas (1,26 %) en 2019 respecto al año anterior y el total de desempleados se situó en 823.900 y se crearon 45.800 empleos, un 1,48 % más, hasta elevarse a 3.136.000 los ocupados. La tasa de paro en Andalucía se ha situado en el 20,8% al cierre de 2019, de las más altas de España. El número de activos en Andalucía aumentó en 35.300 en 2019 (0,9%) hasta situarse en 3.959.900.