Una nueva Alameda luce en el centro de Málaga desde hace unos meses. La peatonalización de la calle es una noticia que muchos estaban esperando para revitalizar el comercio. Sin embargo, aunque esto fuera la ilusión de los comerciantes, el resultado no ha dado aún sus mejores frutos. «Aquí la gente viene a pasear y los comercios no tienen movimiento», describe Angy, empleada del comercio 'Angy Uñas' de la zona sur de la Alameda.

Más paseantes, la vuelta de las paradas de autobuses y un metro que se ve cada vez más cerca y que es la esperanza de todos los comercios. Así amaneció la nueva peatonalización de la Alameda, que atrajo en Navidad a muchísimas personas para disfrutar y pasear por ella pero no para comprar. «La Alameda ahora se puede disfrutar, es agradable dar un paseo por ella y vengo por eso, pero comprar ahora mismo no está en mis pensamientos», dice María, que dedica la mañana a pasear por el centro de Málaga.

Más de lo mismo declara Antonio, un señor que disfruta del día de sol sentado en los nuevos bancos de la Alameda. «Yo vengo todas las mañanas a dar un paseo, me siento en el banco hasta que es la hora de comer y me esperan mis hijos en casa, pero yo nunca compro nada», afirma.

Los comerciantes admiten que a pesar de que la Alameda Principal está mucho más bonita, las ventas todavía no han empezado a arrancar. Toñi Ayala, empleada del primer puesto de flores, señala que «los quioscos son muy pequeños y ni siquiera tienen cuarto de baño». Además, Toñi hace hincapié en las nuevas obras suponen otro corte de esa parte de la Alameda: «Con un mes tan malo como es el mes de enero, que el único día fuerte que tenemos es el día de los enamorados ya en febrero, las nuevas obras son lo que faltaban para terminar el mes», añade.

El metro, la última esperanza

«Una Alameda con menos vida», así lo percibe Antonio Ruiz, gerente de la Librería Luces. «A nivel comercial no han sido los resultados que esperábamos, no necesariamente por la propia Alameda, el cambio de hábito de consumo puede ser, o que realmente las luces navideñas no han tenido el beneficio para el comercio que quizás sí lo han tenido para la hostelería». Margarita Jaureli, trabajadora del estanco de la Alameda, añade que «todos estamos pendientes de la llegada del metro».

Además, el que se hayan quitado algunas de las paradas de autobuses de la Alameda es otra de las consecuencias que los comerciantes dicen sufrir. Conchi Torés, de Bolsos Antonio, establecimiento que lleva en esta calle más de veinte años, afirma que «desde que han quitado alguna de las paradas de autobuses de aquí, hemos sentido que tiene menos vida, menos público; gente paseando pero no tiene el movimiento que tenía antes».El gerente de la Librería Luces, corrobora la opinión de Conchi: «Esperábamos más paradas de autobuses que no van a llegar ni se las espera, esperemos que el metro sí».

Si en algo están de acuerdo todos los comerciantes es en que «la Alameda está bonita». Ignacio Mata Pérez, trabajador de la heladería La caló, opina que «la Alameda va dando categoría a la ciudad a través del Teatro del Soho CaixaBank y con negocios abriendo poco a poco, hasta que se termine la obra del metro y así conseguiremos que la Alameda por fin se consolide».

De lo que no cabe duda es que la peatonalización ha sido un cambio positivo para Málaga y los comerciantes esperarán atentos a que los beneficios para ellos también lleguen.«Málaga está preciosa, ojalá que nuestros comercios también lo estén», resalta Toñi Ayala.