El discurso de las nuevas centralidades urbanas, esbozado tímidamente en los últimos años, empieza a concretarse. Se trata de una nueva concepción de ciudad que trata de crear polos de atracción turística e inversora en diferentes zonas de la ciudad, no vinculando todo el desarrollo al Centro Histórico. Así, el equipo de gobierno plantea la construcción, en el actual suelo de la estación de autobuses, de dos rascacielos o torres, como prefieran. Uno de ellos tendría 29 plantas más tres y otro, 21 más tres.

El equipo de gobierno ha defendido hoy que este tipo de edificabilidad es más sostenible con el medio ambiente que la edificación extensiva, que consume territorio. El más alto de los inmuebles se destinaría a oficinas y el más bajo, a un hotel. Ambos estarían construidos sobre la misma base, conectados entre sí, tanto a través de un espacio destinado al equipamiento cultural, como por el previsto para uso comercial y la planta baja de los dos se destinaría a un espacio de coworking.

Ello conllevaría un cambio de planeamiento. La propuesta ha sido efectuada por el arquitecto del estudio HCP, Alejandro Pérez. El edificio más alto, en su parte superior, tendrá un mirador, un restaurante y un helipuerto. Por el contrario, el hotel contará con un gimnasio, un spa, una zona de servicios y un helipuerto destinado al despegue y aterrizaje de drones.

Con la construcción en altura sobre una base tal y como expone el proyecto, siempre según el equipo de gobierno, se lograría un mayor aprovechamiento del espacio, lo que daría lugar a la creación de 20.000 metros de zonas verdes que rodearían ambos edificios.

Por último, el proyecto también contempla la conexión de los edificios por las tres plantas que se configuran como un aparcamiento. Este estaría compuesto por dos mil plazas, de las cuales 600 corresponderían a la dotación por usos, según normativa, 1.400 serían rotativas y tendrá espacios reservados para el estacionamiento de vehículos eléctricos y medios de transporte sostenibles como patinetes o bicicletas.

HCP pretende convertir la zona en una nueva plaza para la ciudad, con espacios verdes, un importante contenido cívico y cultural, un modelo residencial innovador orientado a la atracción de inversores, espacio para el coworking y oficinas, plazas de aparcamiento y un hotel. De llevarse a cabo, indica el Ayuntamiento, "el entorno resultante se configuraría como un nexo de integración entre los distintos barrios de la ciudad que tienen contacto en este lugar, fomentando su relación con el nuevo foco comercial del Centro Comercial Vialia y de calle La Unión.

Se trata, han dicho esta mañana en rueda de prensa el alcalde, Francisco de la Torre, y el arquitecto de la propuesta, de crear una nueva centralidad en Cruz de Humilladero, explorando así las posibilidades del traslado de la estación de autobuses. El fin es regenerar el espacio una vez planteada la posibilidad del cambio de ubicación de la estación, una vez que se proyecta la construcción de los nuevos intercambiadores subterráneos bajo la Explanada de la Estación y la plaza de la Marina, para facilitar el trasbordo entre distintos modos de transporte. La estación de autobuses irá al intercambiador de la explanada de María Zambrano.

Ello implica un cambio de planeamiento. La actual parcela tiene 16.318 metros cuadrados, que ascenderían a 19.000 al incluir los viarios, la liberación de la plaza y el acceso al aparcamiento, con una edificabilidad de 21.213,40 metros cuadrados de techo, de los que 7.765 estarían destinados a residencial libre, 3.328 a residencial protegido y 10.120 a servicios terciarios o empresariales. La altura máxima es de baja más seis.

En la propuesta del arquitecto, se determinan usos más amplios e invitan a reconsiderar los usos residenciales, comerciales, el equipamiento (cultural, educativa, asistencia sanitaria), el aparcamiento y el helipuerto; también considera el despacho que la superficie construida debería estar entre los 40.000 y los 50.000 metros cuadrados de techo sobre rasante con una altura máxima de 29 más tres y de 65.000 metros cuadrados bajo rasante.

La propuesta prevé, por tanto, la superficie construida sobre rasante de 42.000 metros cuadrados de techo, de los que 7.000 se destinarían a uso comercial o cultural, 15.000 a un hotel y 20.000 a oficinas.