Trabajar en las Urgencias del Hospital Civil es cada vez más complicado y los trabajadores denuncian que a la falta de personal que sufren, y que se ha acentuado en los últimos días tras terminar siete contratos, se suma un nuevo problema: la dificultad para realizar los turnos con los medios que tienen hace que a miércoles no sepan cuándo les toca trabajar en la próxima semana. «Estamos agotados y no podemos conciliar», explicaron.

La plantilla de facultativos que compone las Urgencias de este centro parte de un déficit notorio, tal y como explicó la semana pasada este periódico. Cuentan con 24 contratos a jornada completa cuando las instalaciones deberían estar dotadas con 35 médicos, una saturación que recae sobre los trabajadores, que ahora se ven más cargados ante la finalización de siete contratos el pasado 31 de enero. «Tenemos que garantizar una asistencia de calidad y así no se puede», expusieron, una situación que van a abordar los afectados para ver si toman medidas al respecto.

Aunque los trabajadores aseguraron que la gerencia hospitalaria ha rescatado tres de los siete contratos culminados hace unos días, la carga de trabajo es superior a pesar de esas contrataciones. Y es que, según expusieron, las contrataciones han consistido en mejorar las condiciones de tres trabajadores que no estaban en jornada completa. Sin embargo, sus jornadas eran superiores a la completa ya que las complementaban con las guardias (horas que los facultativos no cotizan). «Tenemos jornadas de hasta 60 horas semanales, no podemos seguir así», expresaron. Y es que con la falta de médicos que sufren, realizan en muchas ocasiones dos guardias de 24 horas a la semana, se incumplen algunos de sus derechos como descansar una vez a la semana 36 horas seguidas o tener entre jornada y jornada 12 horas de descanso. Eso sin contar que la ley avala que deben tener el calendario anual; unos turnos que ellos obtenían de manera mensual hasta ahora, momento en el que la gerencia lo está dando de semana en semana y sin margen para conciliar. «Muchos de los que estamos aquí tenemos niños pequeños», lamentaron.

La sobrecarga laboral que sufre este servicio ha hecho que en 2019 hasta nueve compañeros con interinidades decidan abandonar su puesto de trabajo. «Muchos se van llorando porque les gusta su trabajo pero no pueden más», expusieron algunos de los que continúan. Reconocieron que la situación es difícil y el mal es «endémico», pero necesitan una solución para trabajar en condiciones más dignas. «Nos sentimos como trabajadores de segunda y hay una fuga tremenda», sentencian.

Renovación de contratos

Por su parte, el hospital aseguró que están renovando «todos los contratos, incluidos los del servicio de urgencias, que se irán incorporando en los próximos días. Paralelamente a las renovaciones se ha puesto en marcha el plan específico de contrataciones cuya finalidad es dotar de plantilla adecuada a las futuras nuevas urgencias del hospital».