La asociación Incide junto con la Asociación contra el Silencio y el Olvido por la Recuperación de la Memoria Histórica de Málaga y la Universidad de Málaga, han celebrado este viernes, con motivo del 83º aniversario de la Desbandá, una marcha con varias actividades en las que han participado hasta siete centros.

Así, alumnado y profesorado de los institutos IES Belén, Benalmádena, La Rosaleda, Puerta Oscura, Puerto de la Torre, Sagrado Corazón y Torre Atalaya, junto con profesorado universitario; se han reunido en el acto simbólico que culminó en el Parque de la Memoria del cementerio de San Rafael.

El acto, enmarcado en el 30 aniversario de Incide que se celebra este 2020, ha sido presidido por Pedro Moreno, presidente de la Asociación Memoria; Rafael Molina, vicepresidente; Carmen Rosa García, vicedecana de la Facultad de Ciencias de la Educación, quién ha coordinado todas las tareas de del Máster de secundaria de la UMA; y profesorado de los disitintos institutos, y Joaquín Perea, presidente honorífico de Incide.

El acto ha empezado recordando a todas las víctimas de la huida de Málaga a Almería en 1937 tras el asalto de la ciudad por las tropas sublevadas. Pedro Moreno, ha insistido en la importancia de que actos como este se celebren ya "son actos de corazón que crean conciencia y no tiene que caer en el olvido". Además, ha querido recalcar que la marcha simbólica tiene como objetivo recordar la libertad del ser humano, haciendo hincapié en la garantía del cumplimiendo de los derechos humanos: "La lucha por los derechos humanos es una lucha de todos y de todas". Así, ha querido añadir que actos como este son: "Una forma de hacer un homenaje a los que defienden la libertad" y que la verdad y la justicia "no pueden ofender a nadie".

A su vez, el presidente ha querido contar que su abuelo, fusilado en la masacre de la Desbandá, le mandó una carta tres horas antes de ser fusilado, algo que ha recordado con emoción y ha querido compartir en el acto: "En este país nadie tiene que morir por sus ideas ni matar por ellas".

Por su parte, Andrés Fernández, arqueólogo que exhumó las fosas comunes, ha relatado que hasta 2009, han estado trabajando en documentar cuántas personas desaparecieron durante la guerra, y ha detallado que han podido documentar, a través de las investigaciones realizadas, un total de 4.300 personas fusiladas en las tapias de la entrada del cementerio. Asimismo, ha explicado que el objetivo del equipo de arqueólogos, trabajaron por "devolver a sus familiares los cuerpos de los fallecidos"; y que finalmente lograron recuperar más de 2.840 cuerpos en fosas de unas dimensiones enormes, según ha explicado.

Por último, Juan Francisco Colomina, coautor del libro: La Desbandá: "La masacre de la carretera Málaga-Almería", ha contado que para su percepción "la memoria se está quedando en el olvido". Además, por su parte ha confesado que se siente muy orgulloso y muy agradecido de "que gente tan joven se sume a actos simbólicos tan bonitos como este".