El poeta malagueño y catedrático de Historia Económica de la Complutense Pedro Tedde de Lorca (1944) falleció en la noche del viernes en Madrid, la ciudad donde residía, tras una larga enfermedad.

Era doctor en Ciencias Económicas con Premio Extraordinario por la Universidad Complutense, una ciudad en la que de estudiante coincidió en el Colegio Mayor Pío XII con futuros personajes de Málaga como el actual alcalde, Francisco de la Torre -con quien ya estudió en los Maristas- el embajador de la Unesco Francisco Carrillo Montesinos o el director de los servicios informativos de TVE y de la SER Juan Roldán, fallecido en 2015.

En su larga trayectoria volcada en la educación también era profesor emérito y emérito extraordinario de la Universidad San Pablo-CEU de Madrid. Había sido historiador del Servicio de Estudios del Banco de España y miembro asociado del Saint Antony's College de Oxford, además de presidente entre 2011 y 2014 de la Asociación Española de Historia Económica.

En los últimos años su labor se había visto reconocida con el ingreso en la Academia de Ciencias Sociales y Medio Ambiente de Andalucía, la Real Academia de Bellas Artes de San Telmo de Málaga y la Real Academia de la Historia, una institución en la que tenía su sillón junto al de Luis Alberto de Cuenca, con quien publicó un libro de poesía.

Para la Academia de la Historia colaboró en su diccionario biográfico, con la realización de perfiles como el del Marqués de Salamanca, cuyos avatares y negocios conocía a la perfección, pues la España económica del XIX era su gran campo de investigación.

Su brillante currículum tenía detrás a un malagueño trabajador y de una cultura enciclopédica, una persona cálida y cercana, cargada de ironía y saber vivir, que convirtió su casa en Madrid, con la compañía de su mujer, Piti, y su hija Soledad, en una auténtica embajada cultural de Málaga en la capital de España.

Pedro, Piero para los amigos, guardaba un libro de visitas que daba fe de los malagueños que compartieron su casa, un libro repleto de dibujos, dedicatorias o poesías de artistas como Eugenio Chicano o Manuel Alcántara, uno de sus más queridos amigos, a quien no dejaba de visitar cuando volvía a su ciudad natal.

La de Piero era una poesía en la que la desnudez y la sensibilidad se daban la mano en perfecto maridaje. Ahí quedan los versos de libros tan hermosos como 'Primera playa', que publicó en 1984 o los dedicados a un diciembre en Málaga en su libro 'Sonetos andaluces', que comienzan:

"La luz exalta al cielo: sólo hay un mundo

como nacido ahora al primer día

de un niño frente al mar en lejanía

Diciembre en claridad y azul rotundo".

El sábado, el presidente de la Real Academia de Bellas Artes de San Telmo, José Manuel Cabra de Luna, recordó a su compañero académico al resaltar que se iba «un gran intelectual y poeta y una extraordinaria persona». Por su parte el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, expresó en su cuenta personal de twitter: "La personalidad irrepetible de Piero Tedde de Lorca nos ha dejado. Nos queda el recuerdo emocionado de su amistad sincera y sus obras admirables. Descanse en paz".

Se marcha un malagueño de corazón, una persona llena de la luz de su ciudad con la que no dejó de alumbrar a los demás. Descanse en paz.