La sanidad privada está en plena expansión en Málaga y se muestra imbatible. Cualquier parámetro que se utilice para medir su fortaleza muestra cómo este sector gana peso. Cuenta con el 44 por ciento del total de las camas hospitalarias en Málaga y cada vez se acerca más a las establecidas por la sanidad pública (55,5 por ciento). Los grandes grupos y aquellos más especializados se asientan por la provincia e incluso tienen proyectos a corto plazo de ampliar sus infraestructuras. A todo ello suman la tecnología más puntera.

La Opinión de Málaga desgranó en un foro las causas que han llevado a este sector a crecer de manera exponencial, hacia dónde camina y cuáles son los puntos que deben trabajar. Un encuentro en el que se contó con el director médico de Vithas Xanit Internacional, José Manuel Martín Vázquez; el gerente provincial de Asisa, Rubén Sanz; la regional manager de Andalucía de GenesisCare, Lucía Pérez, centro especializado en Oncología situado en el Cerrado de Calderón; y la directora Nuria García y el jefe de terapias Juanjo Soriano, en representación de Triora Montealminara, una clínica de rehabilitación en la que se abordan adicciones.

«Existe una necesidad que no se ha sabido cubrir con la cobertura actual y para resolverlo eran necesarios impuestos o inversiones privadas», explicó el gerente provincial de Asisa, Rubén Sanz. No hay un motivo que explique por qué experimenta este crecimiento la sanidad privada, es una cuestión multifactorial entre las cuales Málaga se perfila como escenario idóneo con buenas conexiones, atractivo para invertir y una población que aumenta año tras año. A todo ello se suma la falta de inversión que la sanidad pública arrastra y las plantillas no adaptadas al volumen de trabajo que demanda el día a día hospitalario. «La crisis marcó un hito importante por las restricciones en inversión pública y, si quitas Madrid, Málaga es junto a Cádiz la provincia en la que más crece el aseguramiento privado», expuso el director médico de Vithas Xanit Internacional, José Manuel Martín Vázquez. Una situación que ha dado pie a listas de espera quirúrgica y para pruebas diagnósticas por las que el paciente no quiere pasar. «Trabajamos con los tiempos del paciente e intentamos ser ágiles, es muy importante para el que está a la espera de un tratamiento a nivel anímico y psicológico», explicó la regional manager de Andalucía de GenesisCare, Lucía Pérez.

Un dato importante que detallaron en la jornada es que uno de cada cuatro malagueños está asegurado. Las cuotas mensuales y variedad de seguros, con precios más accesibles que en otros países europeos, también hacen que muchos opten por este modelo. «En la sanidad privada hay libertad de elección y genera mayor accesibilidad e incluye los últimos avances tecnológicos», resumió Rubén Sanz.

Los datos respaldan esa tendencia, el director médico de Vithas Xanit Internacional refirió que cerca del 60 por ciento de las resonancias magnéticas que se llevan a cabo en España se realiza en clínicas privadas y el 50 por ciento de las salas de hemodinámica está instalada en centros privados. «Lo fundamental es la inmediatez en el diagnóstico. Además, la prevención está muy ligada a un diagnóstico también rápido», sentenció.

En el caso del tratamiento de las adicciones, la apuesta privada es más evidente. «No hay apenas cobertura en la Seguridad Social y si hay, es tarde. No se cubren las necesidades de este tipo de personas con un nivel de calidad»,explicó la directora de Triora Montealminara, Nuria García. Una afirmación a la que se sumó el jefe de terapias de la clínica Juanjo Soriano: «La privacidad e inmediatez y ofrecer un tratamiento personalizado ha sido también otra de las causas».

Atrás queda ese modelo sanitario de gestión privada en el que el paciente acude para poder estar en una habitación solo, sin acompañante, o porque quiere que le opere un médico en concreto. Los asistentes aseguraron que el paciente se ha vuelto más exigente en todos los términos y la sanidad no se libra de esa petición de calidad. La habitación sin compartir o que pueda optar a un cuadro de buenos especialistas se da por supuesto. Ahora exigen inmediatez, rapidez a la hora de realizar pruebas para dar con un diagnóstico acertado y que todos los servicios que reciban sean de primera. En esa línea, el Hospital Vithas Xanit Internacional trabaja de manera muy concienciada para cumplir con los parámetros de la Joint Commission International (JCI) un modelo que promueve la mejora de las organizaciones, tiene una destacada aceptación internacional y ha demostrado gran rigurosidad técnica, tanto en la elaboración de los estándares como en el proceso de evaluación de los centro.

Si hasta hace no mucho la última tecnología solo estaba disponible en los hospitales públicos, muchos grupos privados apuestan por adquirir aparatos de primera línea y ofrecer técnicas y un amplio abanico de respuestas terapéuticas a los pacientes. Aun así, todos los presentes alabaron la actividad de la sanidad pública e incluso incidieron en la necesidad de hacer más sinergias público-privadas para que la población tenga la mejor respuesta a sus problemas. Un ejemplo de ello sería la donación de 25 aceleradores lineales que realizó la Fundación Amancio Ortega a la sanidad andaluza, cinco de ellos para los hospitales de Málaga.

Otro de los puntos claves en los últimos años ha sido el desarrollo humanista por el que apuestan los centros y el trabajar cada vez más con el paciente de manera integral y bajo un tratamiento individual. Una de las apuestas firmes en el ámbito sanitario y sobre el cual aseguran los expertos que camina el futuro de la sanidad, en términos generales.

En el caso de la salud mental; en el tratamiento de las adicciones, las terapias individualizadas y adaptar los tiempos a las necesidades de cada uno de los pacientes es ya una realidad, según informaron en Triora Montealminara; uno de los pilares para garantizar su recuperación y que asume esta clínica emplazada en Moclinejo con capacidad para 18 personas.

En el ámbito oncológico también es similar. La regional manager de Andalucía de Genesiscare, Lucía Pérez, aseguró que un equipo completo de especialistas trabaja para la recuperación de cada uno de los pacientes que va más allá del tratamiento de radioterapia necesario. Afrontar la recuperación física, adaptar la dieta y otras cuestiones que hacen que cada paciente sea único es una de las señas de identidad de GenesisCare, un centro especializado en el tratamiento del cáncer que abrió sus puertas hace casi dos años en la ciudad.

¿Hacia dónde va la sanidad?

La medicina de precisión y un servicio integral son dos de los puntos claves en los que trabaja el sector. Sin embargo, a ello se suman otros factores como la incorporación de la robótica, lo cual repercutirá de manera positiva en la ampliación de nuevas coberturas y de más precisión en algunas carteras.

También se trabaja por agilizar aún más los tiempos y que el paciente obtenga de la forma más cómoda posible todas las pruebas pertinentes para dar con el diagnóstico necesario.

En cuanto a las adicciones, la prevención sería la principal herramienta para poder trabajar con este tipo de paciente que, si antes solía ser una persona excluida de la sociedad sin apenas recursos, ahora lleva una vida estructurada, con familia y un trabajo pero que suma patologías asociadas a esa adicción con la que convive de manera paralela.

La investigación es otro de los puntos que los ponentes del foro quisieron resaltar. La necesidad de seguir investigando para avanzar y mejorar se hace indispensable para la evolución de las terapias actuales y poder afrontar los retos que tiene la sociedad y la comunidad sanitaria por delante.

En esa línea, los expertos aseguraron que uno de los puntos que aún está pendiente de trabajar en la sanidad privada es afrontar la cronicidad. Los centros actuales -públicos y privados- están muy enfocados a pacientes agudos, sin embargo, con una población cada vez más envejecida en la que prevalece el paciente pluripatológico, la cronicidad se presenta como un desafío. «Hemos dividido lo sanitario de la sociedad. Cubrimos salud pero no los aspectos sociales», expuso Rubén Sanz. Y es que otra de las claves es dar con los mecanismos para afrontar problemas que se inician en el ámbito del bienestar social pero que salpican a la salud. Es el caso de la soledad y las dificultades que presentan este tipo de pacientes que no tienen con quién estar. Un sector que aún tiene mucho margen para crecer y mejorar.