­Antonio López, director de la empresa Covei y presidente del parque empresarial Polígono del Guadalhorce, es desde la semana pasada el nuevo presidente de la Asociación de Polígonos y Parques Industriales y Comerciales de Málaga (Apoma). López releva a Sergio Cuberos, quien dejó el cargo al ser nombrado presidente de la Cámara de Comercio. Apoma engloba a 16 parques empresariales de Málaga y provincia, con más de 4.000 empresas que dan empleo a unas 30.000 personas. El proyecto de videovigilancia, la mejora de las infraestructuras y la culminación del proceso de recepción de estos espacios por parte del Ayuntamiento son algunos de los temas más candentes, según explica a La Opinión de Málaga el nuevo responsable de Apoma.

Una curiosidad para empezar, ¿cómo prefieren que se les denomine: polígonos industriales o parques empresariales?

En mi opinión, parques empresariales es una denominación más moderna y que aglutina a más actividades económicas, no sólo la industrial. Ahora hay mucho más negocios del ámbito comercial y de servicios. Dicho esto, a mí me gusta la denominación de polígono industrial, tiene un aire de cierta nostalgia aunque en los últimos años haya podido parecer despectiva. De hecho, el polígono del Guadalhorce, por ejemplo, sigue siendo conocido así por todo el mundo.

Se quejan de que los polígonos no reciben la atención suficiente de las administraciones.

Sin duda han sido los grandes olvidados. La recepción de gran parte de los polígonos y parques empresariales se ha desarrollado el año pasado y continuará en 2020, pese a que estos espacios tienen más de 40 años de historia. Llevamos mucho tiempo reivindicando diversas cuestiones y sólo ahora las estamos consiguiendo .

¿Por qué ese olvido?

Hay muchas razones. Desde un punto de vista político supongo que los polígonos no aportamos votos, aunque realmente es donde muchas personas pasamos la mayor parte de nuestro tiempo, aparte de nuestra casa. Que estas áreas sean dignas es una cuestión fundamental. Y aunque Málaga ha evolucionado mucho en materia de infraestructuras, la evolución de los polígonos no ha ido a la par.

En Málaga hay escasez de suelo logístico e industrial. Apoma dice que es casi imposible encontrar un solar de más de 50.000 metros cuadrados, lo que imposibilita la implantación de grandes empresas.

No hay suelo ni de 50.000 metros ni de 40.000 ni de 30.000, y mucho menos parcelas de medio millón de metros o más. Málaga será aquello que queramos que sea. Si tenemos poco suelo y muy caro ponemos el listón muy alto para los emprendedores y futuros empresarios. Es un tema de futuro más que de presente, pero los empresarios de ahora reivindicamos que Málaga pueda crecer. Es una provincia que lo tiene todo: AVE, puerto, aeropuerto, infraestructuras, talento, por eso no entiendo que tenga todavía el paro que tiene. Amazon quería venir y no encontraba el suelo adecuado, al final encontró el año pasado un apaño (unas instalaciones provisionales en Los Prados). Si lo que queremos es ser referentes en industria (por ejemplo automoción o aeronáutica), necesitamos parcelas de entre uno y tres millones de metros para fábricas de montaje. Hay que crear las condiciones necesarias para alcanzar aquello que queramos pero si hay limitación física de suelo no podrá ser. Y en Málaga tenemos poco suelo, caro y, encima, afectado por la inundabilidad.

¿Está perdiendo inversiones Málaga por toda esta situación?

Todos los días vienen empresarios a los polígonos de Málaga interesados en invertir, unos más grandes y otros más pequeños, pero encuentran problemas como las retenciones en horas punta (se tarda entre 30 y 45 minutos en salir) o la inseguridad jurídica por cuestiones como la inundabilidad, que no asegura que te vayan a dar la licencia para un negocio. Cuando ven ese panorama se van. Málaga está de moda y eso tenemos que aprovecharlo. Pero al inversor que viene de Japón, de China o de EEUU le da igual invertir en Málaga o en otra provincia. Lo que necesitan es que el retorno de su inversión sea a corto plazo y que el inicio de la actividad sea rápido. Si ven que no pueden sacar los permisos pronto se van. En el Plan General no hay suelo, y un problema endémico en Andalucía es que la tramitación urbanística se eterniza.

Respecto al tema de la inundabilidad, en abril de 2019 el Tribunal Supremo atendió sus recursos contra el Plan Hidrológico de las Cuencas Mediterráneas Andaluzas, que incluía a Málaga. En la práctica eso implica que los empresarios de los polígonos tienen ahora muchas más facilidades para desarrollar nuevos proyectos de construcción

Es una victoria temporal. La Junta de Andalucía ya está trabajando en los nuevos mapas de inundabilidad. Con la situación actual la zona sigue siendo inundable porque no se han hecho todavía las medidas correctoras para que deje de serlo. Con esas sentencias hemos ganado una batalla pero no la guerra. La inseguridad jurídica sólo desaparecerá cuando esos terrenos dejen de tener la etiqueta de inundables.

El Ayuntamiento y la Junta parecen dispuestos a acometer las obras que se propusieron para reducir el riesgo de inundación en el entorno del Guadalhorce, y que suponen un coste de unos cuatro millones de euros.

Esperemos que arreglen la situación. Esas obras están proyectadas y parece que su ejecución está en marcha pero el inversor que sigue viniendo todavía no tiene la certeza de que su inversión no vaya a tener problemas y eso, para una persona que se va a gastar millones de euros, es clave para que elija Málaga u otra provincia. Yo creo que las obras no van a estar realizadas en este 2020. Con que estén en 2021 ya nos damos con un canto en los dientes.

¿Pero se darán ustedes por satisfechos sólo con esas actuaciones? ¿No pedirán que se estudie el proyecto del nuevo puente de la Azucarera, que es la solución definitiva y que depende del Gobierno central?

Estaremos satisfechos siempre y cuando el sello de inundabilidad se quite. Es cierto que cada cierto número de años esos suelos se inundan y eso es malo, pero el hecho de que la Administración elaborara un documento declarando la zona inundable suponía un efecto mucho peor: impide que se pueda construir nada ni lograr licencia de actividad en el lugar en el que están ubicadas todas las empresas de Málaga. Lo que hay que conseguir es que esa zona deje de ser inundable. Con estas obras, en principio, se va a arreglar el problema en un 80% en la desembocadura del Guadalhorce, que afecta a la parte más industrial y comercial de Málaga, y en otras zonas. Es una solución factible y que debe eliminar buena parte de la incertidumbre aunque en verdad lo que quisiéramos es que todas las administraciones se pusieran de acuerdo y acometieran las infraestructuras de futuro, entre las que se incluiría el nuevo puente de la Azucarera. Si una vez hechas las actuaciones previstas vemos que se han resuelto los problemas lo dejaremos ahí. Pero en caso de no ser suficiente seguiremos pidiendo nuevas infraestructuras.

Demandan ustedes también una mejora de las comunicaciones, sobre todo para la entrada y salida de los parques empresariales. En hora punta se forman siempre grandes atascos, como ha mencionado usted antes.

Aún no hemos conectado muchas de las carreteras hechas estos años con los centros de producción de los polígonos, de donde salen continuamente un gran número de vehículos. Hay muchas obras pendientes en diversos espacios. Es imprescindible hacer el vial distribuidor que conecte la hiperronda con los polígonos y parques empresariales, la conexión del polígono de Trévenez o el desdoblamiento de la avenida Ortega y Gasset. También se necesita un nuevo acceso al polígono del Carambuco, una conexión de San Luis con La Estrella y glorietas en La Azucarera y Villa Rosa. La entrada de la Azucarera y el Guadalhorce por el Málaga Nostrum también necesita una mejora. Además se requiere de actuaciones de conservación en arroyos y zonas verdes y más aparcamientos. Todas esas obras son competencia de diferentes administraciones.

¿Están trabajando para fomentar el uso del transporte público entre los trabajadores de los polígonos y así mitigar los atascos?

La estación de Cercanías del Guadalhorce es de una de las mejores de Europa y conecta con el Centro de Málaga, con el Aeropuerto y con Fuengirola. Puede ser usada por muchos trabajadores pero no tiene mucho sentido que, una vez te bajas, no haya ningún transporte para que estas personas lleguen hasta sus empresas. Puede haber hasta tres kilómetros de distancia. Es algo que no tiene mucho sentido y así se lo hemos planteado al Ayuntamiento. Ellos siempre han puesto voluntad para tratar de solucionar el tema pero pasan los años y estamos igual.

El Ayuntamiento aprobó el pasado año la recepción de la mayoría de sus parques empresariales para asumir el mantenimiento de sus viales e infraestructuras, una labor que hasta ahora tenían que realizar los empresarios de estas zonas ¿Se ha culminado el proceso?

La recepción definitiva de los polígonos es algo absolutamente esencial, faltan por concluir los de San Luis, Villa Rosa, El Viso y Santa Cruz, a la espera de una serie de informes. Mientras no se produzca esa recepción, los propietarios de los negocios son los responsables del mantenimiento. Imagine el inconveniente, porque se puede ser incluso civilmente responsable de un accidente si alguien se cae porque hay un agujero en la acera. De lo que se trata es de que haya un presupuesto del Ayuntamiento para algunas partidas. Los parques empresariales son igual o más grandes que el barrio más grande de Málaga, y por eso queremos que sean considerados un barrio más y que haya con ellos las mismas obligaciones que con el resto.

En los últimos años los polígonos también han sido noticia por el impacto de la criminalidad.

Para mí, la falta de seguridad es el mayor de los problemas de los parques empresariales. En los últimos años ha habido algún homicidio y robos. Tenemos una delincuencia que no es la de tirones de bolso. Creo que, a medida que en otras zonas del litoral andaluz las fuerzas policiales aprietan las clavijas a las mafias de la droga, éstas pueden desplazarse a otros sitios y temo que se vengan a los polígonos. En octubre de 2018 se incautó en el polígono Santa Teresa el segundo mayor alijo de cocaína intervenido en Europa y hace un año se halló un cuerpo tiroteado junto a la depuradora del Guadalhorce. Esa delincuencia trae consigo una forma de actuar que requiere de una labor preventiva por parte de la Policía absolutamente esencial. Por otro lado, el tema de la prostitución también persiste en los polígonos aunque ha bajado algo.

Sigue todavía pendiente la puesta en funcionamiento del sistema de videovigilancia impulsado por el Ayuntamiento para los polígonos de Azucarera, Guadalhorce y Santa Bárbara. Son 29 cámaras repartidas en 17 puntos de control ¿Sabe algo de cuándo estarán operativas?

Estamos con este tema desde 2011. Las cámaras están ya puestas pero falta que empiecen a funcionar. Estos días nos han dicho que están pendientes de acabar unas obras en el polígono de la Azucarera y que, en un plazo de uno o dos meses, ya podrían ponerse en marcha. Se trata en todo caso de una primera fase. La segunda llevaría la videovigilancia al resto de parques. Queremos que se agilicen estos temas, no podemos estar tantos años esperando. La videovigilancia ayudará muchísimo, a la Policía le servirá para detectar de forma rápida ciertas prácticas. Además de eso necesitamos más rondas policiales, como cualquier barrio más.

Creo que también reclaman un plan recogida de basura, reciclado y limpieza.

Estamos en conversaciones con el Ayuntamiento pero no terminamos de encontrar una solución factible, homogénea y viable económicamente. No hay todavía un plan de reciclaje integral y la limpieza se hace de forma diferente en cada polígono. En algunos se recoge cada dos o tres días, y en otros cada cinco. Por otro lado, el único Punto de Concentración de Residuos (PCR) está en el Polígono del Guadalhorce. Queremos que haya más puntos limpios para evitar los vertederos incontrolados.