La inversión hotelera ha echado el freno y bascula hacia la moderación. El año pasado, la provincia de Málaga cerró el 2019 con un total de capital invertido en este sector de 213,2 millones de euros, lo que se traduce en una reducción interanual del 15%. Aún así, Málaga ha conseguido contener sus cifras frente al desplome de la inversión hotelera a nivel nacional, cercano al 50%, tras un 2018 histórico en volumen de inversión, según refleja el último Informe de Inversión Hotelera realizado por Colliers International.

Del total invertido en el sector hotelero malagueño, solo la capital absorbió el 40%, unos 85 millones de euros que han contribuido a posicionar a Málaga dentro del top 5 de destinos urbanos de inversión en el ranking español, superada por grandes urbes como Madrid, Barcelona y Valencia. Por otro lado, la Costa del Sol fue la destinataria de 128 millones de euros, el 60% de la inversión total captada por el sector hotelero.

"En Málaga han ocurrido muchas cosas. La línea estratégica de la ciudad ha sido focalizarse en cultura, cruceros... haciendo una ciudad eminentemente turística", asegura Miguel Vázquez, managing director en Colliers International, quien sostiene que en la última década, Málaga ha pasado de ser un destino puramente de negocios a focalizarse en el ocio. "El 65% de la demanda que pernocta en la ciudad lo hace por ocio, no por negocio".

Esta inversión se materializa en una docena de operaciones hoteleras en la provincia, las cuales suman más de 2.000 habitaciones: 8 transacciones de hoteles ya existentes, 1 transacción de inmuebles para reconvertirlos en hotel y 3 operaciones de suelo para el desarrollo de un establecimiento hotelero. El 83% de la nueva oferta corresponde a hoteles de cuatro estrellas, llegando a alcanzar las cinco estrellas en casi el 20% de los casos. De nuevo, estableciendo una comparativa con la situación del mercado nacional, estos movimientos supusieron el 8,5% a nivel nacional.

Entre las operaciones más relevantes que experimentó el tejido hotelero malagueño, en la capital destaca sin duda el Grupo Hotusa, con la adquisición del Palacio de la Tinta por 21 millones de euros, un edificio de 1908 por el que llegaron a pujar una decena de firmas y para el que está previsto el acondicionamiento de un nuevo hotel. Asimismo, la adquisición del fondo Aquila Capital de un solar en Martiricos sobre el que hay proyectado un complejo de uso mixto (residencial y hotelero) o el hotel de Moneo por H10 Hotels en construcción en Hoyos de Espartero.

En la Costa del Sol, destacan las compras del Med Playa Rivera en Benalmádena y el Med Playa Pez Espada en Torremolinos, dos hoteles de cuatro estrellas con 189 y 235 habitaciones adquiridos por Azora, un fondo inmobiliario que también adquirió el hotel Byblos, de cinco estrellas y 144 habitaciones establecido en Mijas y el Tropicana de Torremolinos, con cuatro estrellas y 84 habitaciones. Fuera de la capital y el litoral malagueño, sobresale la venta de un suelo en el municipio de Casares para la construcción de un hotel de lujo de unas 200 habitaciones bajo la dirección de Platinum Estates.

Inversores

En definitiva, a lo largo de los últimos cinco años, la inversión hotelera en la provincia se ha polarizado en dos puntos esenciales: la capital y los municipios pertenecientes a la Costa del Sol. En este sentido, el destino favorito de los inversores es el binomio Torremolinos-Benalmádena, que acaparan el 75% del capital invertido en el sector hotelero de Málaga en el último lustro, seguido de la capital y otros municipios como Marbella, Estepona y Fuengirola.

En cuanto al perfil de los inversores, en Málaga predomina el capital de origen internacional, con el papel fundamental de cadenas como Ikos, fondos como Blackstone, LR, Aviva y sociedades de inversión como Covivo Hotels. El capital invertido de origen nacional - en torno al 40% - , proviene mayoritariamente de cadenas como Hotusa, Estival, Hoteles Globales, inversores como Azora, Hip o Mazabi, y sociedades como Hispania o Merlin Propierties.

Claves a futuro

"Málaga es espectacular pero nos queda mucho trabajo", afirma el presidente de Aehcos, Luis Callejón, para quien una de las claves que determinarán la salud del sector hotelero en Málaga es el contagio de los esfuerzos y la inversión que, a día de hoy, impulsan en el mercado a la capital y a la Costa del Sol, al resto de municipios de la provincia. En relación a esto, Callejón sostiene que mientras la ocupación hotelera en la capital - zona para la que ya se han solicitado 50 licencias para nuevos establecimientos hoteleros - se encuentra ya al 80%, el resto de la provincia no llega al 60%.

Asimismo, el presidente de Aehcos ha denunciado que la zona oriental de la provincia, pese a contar con el mismo potencial, no está desarrollada ni explotada por el sector. "Habrá que ver qué está pasando". Por eso mismo, Luis Callejón resuelve que "la inversión hotelera, sin respaldo público" será un obstáculo para la ciudad mientras otros destinos continúan avanzando.

Otras cadenas y fondos de inversión con presencia en Málaga, como Hilton, ASG o Covivio coinciden en que en la provincia hay margen para seguir actuando, no solo en el aspecto estético o de infraestructuras, donde subrayan la cicatriz que la ciudad arrastra con el abandono del río Guadalmedina, sino frente a nuevos retos como son la nueva oferta proveniente de los pisos turísticos o la garantía de contar con agilidad burocrática y seguridad jurídica a la hora de obtener nuevas licencias para alojamientos hoteleros.