Los grupos del PSOE, Adelante Málaga y Ciudadanos en la Diputación de Málaga aprobaron ayer en la Comisión de Asuntos de Ciudadanía una iniciativa presentada por los socialistas para instar a la Junta de Andalucía, tal y como pretende Vox. Al igual que ya había dejado claro la formación naranja en la región con el consejero de Educación, Javier Imbroda, como cabeza visible, el grupo de Ciudadanos expresó su rechazo al pin parental. Ahora bien, esto implicó una discrepancia en su voto con su socio en el Gobierno en coalición de la provincia y de la propia Junta, el PP, que votó en contra de la propuesta del PSOE y fue la única fuerza que no la respaldó.

Este periódico intentó recabar una valoración del portavoz naranja en la Diputación Juan Cassá, y del vicepresidente primero de Cs en la institución, Juan Carlos Maldonado, pero no se pronunciaron.

Según hicieron público los diputados socialistas, todos los grupos, excepto el PP, respaldaron la iniciativa en contra de la implantación de «este veto parental que lo único que pretende ilegítimamente es limitar la competencia de las administraciones en la programación de la enseñanza y la determinación del currículo, lo que incluye tanto la formación a través de los contenidos, habilidades, destrezas y actitudes de las diferentes áreas y materias, como mediante contenidos transversales y actividades complementarias».

La iniciativa en la que votó a favor Ciudadanos -mostrando su discrepancia con sus socios de Gobierno del PP- fue presentada por el grupo del PSOE en la Diputación, cuyos responsables incidieron en que el pin parental «no tiene amparo alguno en el ordenamiento jurídico que rige el sistema educativo español».

A este respecto, la diputada provincial del PSOE Patricia Alba dijo que la posición adoptada por el PP «vuelve a poner de manifiesto que no es necesario que la extrema derecha de Vox esté presente en la Diputación Provincial de Málaga porque sus postulados de ultraderecha ya los defiende en el día a día el PP».

En la moción aprobada con el apoyo de Cs y Adelante, los socialistas recuerdan que «todas las actividades formativas sobre coeducación, educación afectivo-sexual, identidad o expresión de género, modelos de familia o cualesquiera otra temática de educación en valores que el centro contemple en su Programación General Anual (PGA) no deberán someterse a ningún consentimiento expreso previo por parte de las familias».