­Málaga continúa siendo el motor económico de Andalucía al encabezar un ejercicio más el parque de empresas de la comunidad y la densidad empresarial, según el informe «Análisis económico-financiero de la empresa andaluza 2019», presentado este miércoles por Analistas Económicos de Andalucía, la sociedad de estudios del Grupo Unicaja. En concreto, la provincia presentaba a cierre de 2018 una tasa de 75 empresas por cada mil habitantes, un dato algo superior al del anterior ejercicio (73,5) y que la coloca casi 15 puntos por encima de la media andaluza (60,7) e incluso superando la media nacional (71,4). El estudio no incluye datos de 2019, por lo que no incorpora los efectos que la desaceleración económica haya podido tener sobre el tejido empresarial andaluz o provincial.

Málaga, con un total de 123.109 sociedades mercantiles en 2018 y el 24,2% del total andaluz, también es líder en número total de empresas, por delante nuevamente de Sevilla (117.385, un 23,1%). El crecimiento de firmas en la provincia malagueña fue del 3%. El estudio destaca que Málaga es la única provincia que ya ha recuperado el número de empresas que había antes de la crisis y que «incluso lo ha superado».

Por su parte, Andalucía, con 509.137 empresas a cierre de 2018, continuó también con su senda de crecimiento iniciada en 2013, con incrementos del 1,5% en su parque de sociedades mercantiles.

Por otro lado, la mejora económica se deja notar en el porcentaje de empresas que presentan beneficios y que, tras muchos años de dificultades, alcanza ya niveles superiores a los del boom económico. En Málaga, las sociedades que reflejan ganancias fueron un 64,2% en 2017 y un 70% en 2018, mejorando el 57% que se registró en 2005, según Analistas Económicos de Andalucía. En 2010, con la recesión ya declarada, el porcentaje cayó al 46%, lo que significa que en ese momento más de la mitad de las empresas estaba en números rojos.

«En estos años se ha visto una mejora en la consolidación de crecimiento de las ventas y del peso que los beneficios tienen en la cuenta de explotación. Dos de cada tres empresas han obtenido beneficios. A partir de esta mejora es cuando las empresas pueden invertir en otros aspectos», comentó el coordinador del informe, José Antonio Muñoz. Las ventas de las empresas andaluzas han subido un 12% en 2017, con Málaga moviéndose en un porcentaje similar, y otro 6% en 2018.

Firmas de alta rentabilidad

El estudio, que fue presentado entre otros por el director general de la secretaría general y técnica de Unicaja Banco y presidente de Analistas Económicos de Andalucía, José M. Domínguez, diagnostica también que Málaga es la provincia que concentra un mayor número de empresas de «alta rentabilidad», término que alude a los negocios que en los últimos tres años (2015-2017 en el estudio) han presentado un nivel de rentabilidad superior al 25% sin que en ninguno de ellos haya sido inferior al 15%. El informe detecta en la comunidad 2.008 firmas de ese perfil, de las que el 30,1% (604) están implantadas en Málaga. La segunda provincia es Sevilla, con 532 empresas de este tipo (un 25,4% del total). Los servicios, el comercio y la construcción en este apartado.

Además del criterio de «alta rentabilidad», el informe de Unicaja recoge otros dos criterios de excelencia para la empresa andaluza. Así, un total de 2.487 sociedades en la región son catalogadas como «líderes» al registrar un volumen de recursos generados (cash flow) superior a los 500.000 euros y con beneficios, mientras que 2.575 son denominadas «gacelas» por haber logrado un crecimiento continuado de las ventas en los cuatro últimos años, duplicándolas y registrando beneficios en ese periodo. En estos dos apartados, Sevilla es la provincia líder, con Málaga en segunda posición. En concreto, la provincia malagueña concentra el 22,6% de las firmas «líderes» (562) y el 23,2% de las «gacelas» (600). Servicios, comercio y construcción vuelven a reunir el mayor número de sociedades recogidas en estos apartados.

En total, hay más de 7.000 firmas andaluzas que cumplen con alguno de los tres criterios de excelencia expuestos en el estudio. Sevilla (27% del total) y Málaga (otro 25%) son las que concentran el mayor número de estas compañías.

El debe del empresariado andaluz y malagueño sigue siendo, un año más, su escasa dimensión, con lo que eso conlleva en dificultades para acceder a grandes operaciones. El informe, que se viene realizando anualmente desde finales de los 90, destaca que en el caso de Málaga, por ejemplo, el 55,3% de las más de 123.000 sociedades activas no tienen trabajadores asalariados, mientras que otro 41% se mueven en una horquilla de menos de diez empleados. Al margen de ese 96,3% de micropymes, hay un 3,4% de empresas malagueñas (4.243) que se mueven entre 10 y 99 trabajadores y un minúsculo 0,2% (260 compañías) que sí tienen plantillas superiores a esa cifra. En Andalucía, los porcentajes del reparto de empresas por tamaño son parecidos (un 53,8% sin asalariados y un 42,2% con menos de diez empleados).

Según José Antonio Muñoz, «uno de los grandes problemas de la empresa andaluza y también de la española, aunque es más visible en Andalucía, es su pequeño tamaño», porque esa falta de dimensión les «impide incorporar estrategias de innovación y una proyección exterior con más intensidad».

Afirmó que no hay «secretos» para ganar tamaño, aunque puede ayudar «la cooperación entre empresas y la ayuda del sector público en estrategias como la innovación y la externalización».