«Estudiaba en Úbeda pero en vacaciones volví a mi pueblo, Bedmar. Tendría 16 años, no había nadie en casa, fui a por el arcón, que estaba en un rincón de la casa olvidado y encontré un 'tesoro'», explica Diego Rodríguez Vargas, expresidente del Ateneo de Málaga.

El tesoro (documental) que localizó en ese arcón, propiedad de su bisabuelo, Santiago Caballero, que dejó dicho que nadie lo abriera tras su muerte, es uno de los principales motores de 'Isnatin', su nueva novela, que bucea en las raíces familiares del ateneísta y maestro porque, como asegura, «este libro es una cuenta pendiente, porque desde mi niñez tenía una serie de registros, sonidos e imágenes que poco a poco se han ido difuminando y se han ido perdiendo para todos los que hemos nacido en un pueblo, y además de montaña».

De paso, indaga en dos poderosas historias que marcaron su niñez. Una de ellas tiene como protagonista al marqués de Viana, que tenía un palacio renacentista a pocos kilómetros de este pueblo de Jaén. «Fue hombre de confianza de Alfonso XIII y uno de los hombres más influyentes de España. Murió tras una dura discusión con la reina Victoria Eugenia», resume.

En su pueblo natal se hablaba de una historia de amor, «pero sólo se oían rumores porque nadie me contaba nada, era como un juramento colectivo, de hecho murió toda la generación de mis padres y nadie dijo nada».

Su novela 'Isnatin', que lleva por título el nombre de un gran cerro junto a su pueblo, indaga en este misterio.

Por cierto que el personaje del marqués conduce la acción, aparte de a Madrid y Bedmar, a Málaga. «Su tutor era el marqués de Salamanca, que participaba en las tertulias de Amalia Heredia en La Concepción», explica el autor.

Además, la obra le ha permitido indagar en el destino de un veterinario, Eduardo Caballero, sobrino de su bisabuelo, que contaba con una calle en su pueblo y al que se le pierde la pista en un momento muy trágico y famoso de la Historia de España.

«Ambas historias confluyen, la de Eduardo Caballero y la historia de amor del marqués, porque son de la misma época», aclara.

La novela, cuenta el escritor, también quiere ser un homenaje «a los jornaleros de Jaén, a los mineros de Linares y a los trabajadores de las fábricas industriales de Málaga». Y por otro lado, a las mujeres que en esa época «trabajaban durante horas interminables sin sueldo a cambio de comida», así como a las intelectuales «ocultas» como la mencionada Amalia Heredia, la también malagueña Trinidad Grund o, procedente del siglo XVII, Sor María de Ágreda, confidente y consejera del rey Felipe IV.

'Isnatin' se presentará el 14 de mayo en el Ateneo de Málaga.