Las ventas de viviendas bajaron en Málaga a lo largo de 2019 por primera vez en los últimos siete años, según los datos publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que arrojan un total de 30.085 operaciones durante el pasado ejercicio con un descenso anual del 7,9%. El mercado inmobiliario de Málaga se suma a la tendencia de caída registrada a nivel nacional, donde las ventas cayeron un 3,3%, para un total de 501.085 operaciones.

El dato de la provincia malagueña es el cuarto más alto de España en volumen de ventas tras los de Madrid (70.835 viviendas vendidas en 2018), Barcelona (54.082) y Alicante (36.851), y por delante de Valencia (29.417).

Las ventas en la provincia continúan fundamentadas en los pisos de segunda mano (24.427 viviendas), que suponen el 81,1% del total de transacciones. Por contra, las de vivienda nueva (5.658, el 18,9% restante) siguen representando una tasa muy pequeña pese a que el sector, desde finales de 2014, ha iniciado la construcción de nuevas promociones de viviendas (sobre todo en la capital y en la Costa del Sol occidental). Ambos segmentos, tanto el de casas nuevas como usadas, sufrieron descensos de ventas en el año 2019 (un 5,9% en el primer caso y un 7,6% en el segundo).

Los portales inmobiliarios aseguraron ayer que las compraventas de vivienda en 2019 fueron peor de lo esperado, pero que el mercado tiende a la estabilización. Para el jefe de estudios de idealista, Fernando Encinar, «no parece que la caída haya sido tan fuerte como se esperaba este verano».

Encinar recordó que a principios del pasado ejercicio se comenzó a ver que los incrementos a doble dígito eran ya «cosa del pasado» y que el número de compraventas estaba estabilizándose a consecuencia de la incertidumbre política y los diferentes escenarios económicos que se planteaban tras ella. Según dijo, gran parte de los inversores han decidido aplazar o directamente abortar las operaciones, aunque las compras de particulares «han mantenido el mejor el tipo».

Por su parte, el director de formación y estudios de fotocasa, Ismael Kardoudi, afirmó que el mercado se encamina hacia un periodo de normalización. Así, señaló que ahora mismo la demanda de reposición y los inversores son los que han tirado del sector durante estos años.

También resaltó que la vivienda de obra nueva ha vuelto a despertar interés en un segmento muy determinado de la población, aunque todavía hay déficit de oferta en este tipo de inmuebles, mientras que existe una «gran demanda latente», por lo que la obra nueva puede tener bastante recorrido en los próximos años». «El año 2019 ha sido complicado para el sector debido, en parte, a la entrada en vigor de la Ley Hipotecaria, que hizo que muchas operaciones se retrasasen, pero también ha sido un año de gran inestabilidad política», apostilló.

De cara a este año, Kardoudi espera una ralentización del precio de la vivienda de segunda mano y pide nuevas políticas que ayuden a que la normalización del sector «sea una realidad». «Es urgente que el nuevo Gobierno apueste por el ladrillo y por nuevas políticas de vivienda que den seguridad al ciudadano», añadió.

Por otro lado, el director de estudios de pisos.com, Ferran Font, subrayó que el resultado es «llamativo», no sólo por el hecho de caer por primera vez tras cinco años de evolución al alza, «sino porque los últimos 4 años el ritmo de crecimiento era superior al 10%». Font afirmó que se cierra un año «a la baja» causado principalmente por la Ley Hipotecaria. «Otros factores como la ralentización económica, la situación política en España o el brexit han afectado de manera clara al sector», dijo.