­Felipe Romera dirige el Parque Tecnológico de Andalucía (PTA) desde la constitución de la sociedad hace ya casi tres décadas, aunque el recinto no abrió sus puertas hasta finales de 1992. El Parque, que cuenta con casi 20.000 empleados y más de 600 empresas, se enfrenta a retos como la construcción de nuevos edificios de oficinas, la ubicación de algunas viviendas dentro del recinto o la mejora de la movilidad. Romera sigue demandando que tanto el metro como el Cercanías lleguen al PTA.

¿Qué evolución tuvo el Parque en 2019? Suelen ustedes dar los datos anuales en el mes de marzo, pero tendrá ya una primera impresión de la marcha del PTA.

El número de empresas será más o menos el mismo, por encima de las 600. Normalmente, el PTA acoge unas cien nuevas empresas cada año pero a cambio se nos mueren o se van otras cien, con lo cual el saldo de crecimiento está siendo cero. Creo que eso ocurre porque la capacidad de las incubadoras y aceleradoras del Parque, donde se generan empresas, es limitada. También es verdad que ahora hay muchas aceleradoras e incubadoras en Málaga fuera del PTA. Hace unos años creábamos cien empresas y se perdían sólo 50. Ese modelo ha cambiado, no sé por qué. Y nos cuesta más ahora que surjan empresas de rápido crecimiento. Quizá es porque ahora hay muchos fondos de inversión que las captan y se las llevan a Madrid o Barcelona. Eso no ha sido bueno ni para las empresas ni para el propio PTA. Antes, ese tipo de firmas crecía de forma sólida, ahora buscan más desarrollar la financiación que el negocio.

¿Les preocupa esa dinámica?

Más que preocupados, lo que queremos es engancharnos a un nuevo modelo de emprendedores, relanzar el modelo de incubación que tantos años hemos desarrollado con éxito en el parque y que ahora flojea por esta proliferación de aceleradoras y de fondos. Tenemos el proyecto de «El Limón Verde», un edificio del PTA que hemos reconvertido para que sea una aceleradora de proyectos digitales. Lo estamos terminando de equipar y estará operativo en abril o mayo. La filosofía es ofrecer a los emprendedores una serie de proyectos que nos están siendo sugeridos por las grandes empresas del PTA. Vamos a seleccionar en principio 20 proyectos para que sean desarrollados por estudiantes, profesores y startups. Lo importante es que juntaremos mucho talento y de ahí seguro que salen cosas interesantes. La idea de futuro es que «El Limón Verde» pueda atraer a startups de todo el mundo para realizar estos proyectos. Es un modelo de riesgo pero también de oportunidades.

En todo caso el crecimiento del PTA en empleo y facturación en estos últimos años ha venido de la mano, sobre todo, de la llegada de empresas extranjeras.

Y siguen llegando. Los mayores clientes del Parque son empresas que empiezan con pocos trabajadores y poco a poco alcanzan plantillas de más de cien personas. Pero el crecimiento mayor nos está viniendo de las multinacionales. Creo que este año el PTA va a superar los 20.000 trabajadores.

¿El Brexit va a afectar al PTA?

Es una pregunta difícil de contestar. En Europa hay una cuarta revolución industrial generada por las tecnologías digitales y de otras como el Blockchain, la ciberseguridad, el 5G, todas ellas muy disruptivas. Están cambiando el mundo con las smart cities, el coche conectado, el internet de las cosas... y todo eso se hace con nuevas aplicaciones de software. Los nuevos empleos que se están generando están relacionados con el software y Málaga es ahora mismo uno de los sitios que tiene a estos profesionales. De los 20.000 trabajadores del PTA puede que haya 12.000 en este campo. Eso está atrayendo a muchas empresas de todas partes que buscan equipos de talento en este ámbito. Antes, Madrid y Barcelona eran tradicionalmente los polos de innovación, pero ahora Málaga está en el mapa, con el PTA y con su visibilidad como ciudad moderna, dinámica, donde se vive mejor. Está de moda y tenemos un mercado infinito. Digo todo esto porque el Brexit, en este sentido, puede ser favorable para el Parque. Va a mover los mercados. Hay empresas británicas que ven la oportunidad de venir aquí con una sede que les permita seguir siendo europeas.

Se ha dicho que Málaga no genera el suficiente número de ingenieros que actualmente demandan las empresas del PTA.

El software necesita de ingenieros universitarios pero también de perfiles de Formación Profesional. De hecho, en el PTA se da un reparto del 50% en cuanto a la aportación de ambas ramas. Desde hace unos años estamos también aprovechando el movimiento de trabajadores desde otras provincias andaluzas a Málaga. Parte de esa atracción se debe al PTA. Incluso está llegando gente de Madrid y Barcelona. Entonces, ¿hay falta de trabajadores en el Parque? Yo diría que no. Puede haber escasez en algún perfil pero no hay actualmente grandes problemas de reclutamiento. Eso es muy importante, porque las empresas tecnológicas vienen atraídas por el personal que encuentran en Málaga.

En algunas ocasiones también se ha comentado que las empresas extranjeras vienen porque los sueldos aquí son más baratos que en otros puntos de Europa o que en Madrid y Barcelona.

Eso está cambiando de forma importante. Cuando hay más demanda de trabajadores los sueldos suben. Y no es lo mismo el sueldo de arranque de un empleado en el PTA que el que va logrando con el paso del tiempo. El mileurismo existe en el Parque pero la evolución de un ingeniero bueno es alta. Aquí hay gente que gana mucho dinero: 30.000, 40.000 o 60.000 euros. Siempre digo que los mejores sueldos de Málaga están en el PTA. También los sueldos deben relacionarse con la calidad de vida. En Málaga, con menos sueldo que en Madrid, se vive mejor que allí. No se viene a Málaga a cobrar menos sino a vivir mejor. El entorno es más barato. Por eso nos resulta posible atraer a personas de Madrid o Barcelona. Vienen encantados.

¿Cómo marcha la expansión del PTA? Les queda muy poco espacio de oficinas libre.

Un elemento clave que necesita una empresa para decidir venirse al PTA es la infraestructura. Si no hay espacios atractivos para que se ubiquen no vienen. En estos momentos no tenemos prácticamente nada disponible. Por eso nuestra labor es que se construyan a la mayor velocidad posible nuevos edificios y hay dos temas en los que llevamos años trabajando: el administrativo y el de la financiación. Hemos decidido convertirnos en promotores porque el anterior modelo, en el que poníamos el suelo y cada empresa se construía el edificio de su sede, ha desaparecido. Las empresas buscan ahora el alquiler de espacios de oficinas de alta calidad. Nosotros hacemos el proyecto de esos futuros edificios y pedimos la licencia para que, mientras llega un inversor a construir, hayamos ya ganado esos meses de burocracia.

¿Qué tienen ya proyectado?

Esta semana hemos publicado la licitación de proyectos técnicos para cuatro nuevos edificios de oficinas junto a otros dos en la Universidad. La idea es que para 2023 puedan estar operativos. Por otro lado, tenemos otros 20.000 metros cuadrados en otras parcelas donde estamos buscando inversores para dos edificios. Además queremos relanzar la construcción de otro, el «Rosalind», que empezó a edificarse el año pasado pero cuyo constructor abandonó la obra. Yo espero que estos tres últimos edificios que estoy comentando puedan estar listos para el año que viene. En total, todos los proyectos que tenemos en marcha sumarán unos 50.000 metros y nos darán capacidad para que puedan llegar otros 5.000 trabajadores al PTA.

En los últimos meses se ha producido la compra de un par de edificios del PTA por parte de fondos de inversión.

Va a haber más operaciones interesantes. Hasta hace poco los fondos no querían venir a Málaga, fundamentalmente porque no veían un mercado de salida. Cuando ellos compran un edificio tienen que saber que en unos años pueden venderlo porque si no su negocio no funciona. Los fondos estaban en Madrid y Barcelona pero ya han visto que estos mercados están saturados y están comprobando la rentabilidad que puede ofrecer Málaga. Necesitamos el capital de esos fondos para seguir construyendo el Parque. Podemos hacer un edificio pero los 50.000 metros en oficinas no los vamos a construir nosotros.

¿Cómo marcha la segunda ampliación del PTA que plantearon hace alrededor de un año?

Hemos presentado un plan parcial al Ayuntamiento que nos va bastante mal, parado en el departamento de Medio Ambiente. No es que tengamos una urgencia vital en desarrollarlo pero podemos empezar a tenerla. Con ese plan tenemos que hacer un proyecto de urbanización y luego empezar a construir, por lo que podemos tardar tres o cuatro años. El plan nos permitirá habilitar 150.000 metros cuadrados más de oficinas, que darían espacio de otros 15.000 trabajadores. Con esto el PTA quedaría completo en su desarrollo, con una estimación de alcanzar en conjunto, dentro de los años que sean, cerca de 50.000 empleados. Al margen de eso, hay más zonas que están marcadas por la Junta de Andalucía como zonas de oportunidad para el Parque Tecnológico, unas al sur y otras al norte.

A nivel de movilidad, ¿cómo se garantiza a futuro el acceso al Parque de tantísima gente?

Siempre advierto de que el PTA puede morir de éxito. Con lo que tenemos en el Parque nos da para funcionar más o menos bien con los 20.000 trabajadores que somos ahora pero, a futuro, ¿dónde aparcaría toda esa gente? Hemos abierto nuevos aparcamientos recientemente pero eso no basta. Queremos un nuevo acceso al Parque desde la Universidad por la zona de la ampliación. En el plan parcial presentado al Ayuntamiento tenemos allí reservados 50.000 metros cuadrados para una zona de movilidad, preparada para albergar la parada del Cercanías, la llegada del metro, autobuses, etc.

Metro y Cercanías son su reivindicación permanente.

Es que eso tiene que ser así. El nivel de sostenibilidad en el transporte que necesita el PTA sólo se puede satisfacer con transporte público masivo. La EMT también debe poner autobuses desde otras zonas de Málaga. Hasta ahora sólo tenemos las líneas 19 y 25, y las dos vienen del Centro. Yo insisto mucho a la Junta de Andalucía, tras las buenas medidas que ha tomado en el último año: hay que seguir trabajando en la movilidad.

A propósito de la Junta, ¿cómo ha vivido el cambio político?

Ha ido muy bien. En poco tiempo se solucionaron con una inversión muy pequeña (unos 400.000 euros) los grandes atascos a la entrada del Parque. Siempre me sorprendió que no se hiciera en los diez años anteriores, en los que estuvimos reclamando una solución. El nuevo gobierno de la Junta lo ha solucionado en un plis plas, eso es así. Y ahora tenemos unas obras planificadas por el anterior Ejecutivo para consolidar unos carriles de bus-VAO que nos van a facilitar mucho la movilidad. No es necesario que todas las infraestructuras estén para ya, pero sí las tenemos que ir planificando para que estén dentro de cinco o siete años. El Ayuntamiento y la Junta lo tienen muy claro, pero falta empezar los proyectos.

¿Cómo es su relación con el presidente Juanma Moreno o el consejero Elías Bendodo

Lo bueno es que a ambos los conozco desde hace muchos años. La relación no puede ser mejor. Son malagueños y entienden lo que es el PTA. Me consta que para ellos el Parque es un elemento estratégico en la política andaluza. También tengo la suerte de contar con un consejero, Rogelio Velasco, que sabe de esto. Es el presidente del PTA y ve en este recinto una oportunidad de política regional.

Estuvo al frente del PTA muchos años cuando gobernaba el PSOE y ahora sigue con el PP.

Me podían haber echado. Soy consciente de ello, pero yo soy un profesional y llevo 30 años trabajando aquí. He hecho cosas bien y cosas mal pero es un proyecto que, en general, ha dado buenos resultados y, además, lo que está por venir está planificado. Siempre hemos sabido en el PTA leer por dónde va el mundo en el ámbito de la innovación. Ése ha sido nuestro éxito. Si nos hubiéramos quedado esperando a montar fábricas de electrónica, que era la idea original, estaríamos todavía ahí, pero hemos visto la llegada de nuevas tecnologías. Lideramos ámbitos como el Blockchain, hemos presentado el circuito de Dekra para pruebas del «coche conectado»... La estrategia la tenemos clara.

Quieren ustedes construir unas 500 viviendas en el PTA.

Serán más bien apartamentos, lo que se conoce como coliving. Una empresa está estudiando el proyecto y en un par de meses nos contesta. Espero que para verano podamos tener buenas noticias. La idea es dar una alternativa a las personas que llegan de fuera a trabajar en el Parque. En Málaga capital es muy difícil encontrar vivienda por los alquileres de viviendas turísticas. La gente del PTA se ha venido a Campanillas, a Cártama, a los alhaurines, a la Costa del Sol, por eso intentamos que el que llega de fuera, mientras encuentra una casa, pueda estar seis meses o un año viviendo en el Parque. Eso obligará a instalar también un supermercado. Ya tenemos en el PTA una farmacia, dos guarderías, un colegio, un centro deportivo y diez o doce restaurantes. Queremos ser un lugar donde viva la gente. Me gustaría que alrededor del PTA pudiera formarse en el futuro un gran barrio del conocimiento.