En la oposición, la postura es de apoyo total. El concejal de Adelante Málaga, Nicolás Sguiglia, tacha de «irresponsable» al equipo de gobierno de PP y Cs, por situar el debate sobre la implantación de un tasa turística «en el terreno del enfrentamiento y la polémica, en lugar de abrir un debate profundo y sereno, como merece Málaga, que tiene un turismo consolidado que exige un nivel de servicios cada vez más elevado, sobre todo en cuanto a sostenibilidad, seguridad y limpieza del destino».

La confluencia de Podemos e Izquierda Unida explica que la filosofía de implantar una tasa es «compensar los costes para poder ofrecer servicios de calidad. Implantar la tasa turística no va en detrimento del sector, al contrario, las principales ciudad turísticas tienen desde hace años un sistema de tasa turística, sin que tenga repercusión negativa en las cifras. Es más, se trata de una garantía más para el visitante de que el destino es responsable y se preocupa por ofrecer buenos servicios e indicadores de calidad. El equipo de gobierno sabe todo esto, porque en 2018 pagó un informe a una agencia de marketing en el que queda claro, pero sigue negando la evidencia». Sguiglia critica que el equipo de gobierno de PP y Cs «rechazara la propuesta que presentamos a la Comisión Plenaria desde Adelante y que se escude en unos supuestos informes técnicos que desaconsejan su implantación, pero que nadie ha visto y que se niegan a hacer públicos».

En una de las últimas comisiones de Sostenibilidad Medioambiental, la edil del grupo municipal socialista Carmen Martín consideró positivo que, al menos, se estudie la tasa turística para que la ciudad tenga garantías de sostenibilidad y recordó el colapso sufrido por el Centro Histórico durante la pasada Navidad.