La población extranjera en la capital malagueña no es tan alta en porcentaje como en otras localidades de la Costa del Sol, pero sí es la que está tirando del crecimiento del padrón. Así lo demuestran los últimos datos aportados por el Instituto Nacional de Estadística, referidos al 1 de enero de 2019, que dejan también patente que la ‘colonia’ más importante es la formada por ciudadanos procedentes de Sudamérica y el continente africano.

Así, más de la mitad de los residentes extranjeros de la ciudad proceden o de países de América del Sur o de África, pese a que en los años de la crisis económica ambos vivieron un descenso en sus números, que aún se deja notar en los empadronados latinoamericanos. Y es que, a diferencia de otras localidades del litoral costasoleño, la capital ha sido un destino buscado por ciudadanos foráneos en busca de una oportunidad laboral y una mejor calidad de vida. No son jubilados de países europeos con un notable poder adquisitivo, sino familias y jóvenes que aspiran a encontrar en Málaga una estabilidad que en sus lugares de origen no pueden encontrar. De los 46.490 extranjeros que están empadronados en Málaga, más de 25.000 proceden de ambos continentes, mientras que Europa aporta 16.317.

Los foráneos suponen un 8% de la población empadronada de la capital, que suma en total 574.654. En el último año, la cifra de habitantes de la ciudad creció en más de 3.000 personas y ese incremento se vio sustentado en la subida de los ciudadanos extranjeros. Así, los empadronados con nacionalidad española apenas subió un 0,1%, mientras que la procedente de otros países registró un aumento del 6,7%.

En comparación con la última década, el crecimiento de la población de la ciudad ha tenido un crecimiento sostenido, no ha vivido ese boom poblacional de otras localidades costeras, precisamente porque han sido esas zonas y los municipios del área metropolitana los que han absorbido ese incremento de habitantes en mayor cantidad. En cuanto a la población foránea en estos últimos diez años han aumentado en unas 3.000 personas, con Europa como el continente principal. De ahí proceden 16.317 ciudadanos; 13.248 son de África y 12.073, de América. En 2009, por contra, era este último continente el que aportaba más residentes, pero los años de mala coyuntura laboral hizo que muchos dejaran Málaga por otros destinos o regresaran a sus lugares de origen.

Por países, es Marruecos, con diferencia, quien suma más empadronados en la capital malagueña, con más de 9.500 a principios del año pasado. Tras ellos se sitúan los ciudadanos ucranianos, que superan los 4.500. De Paraguay proceden 3.235 residentes malagueños, mientras que Italia, país de la Unión Europea con más presencia en la ciudad, suma 2.375.

Amplia es también la colonia procedente de Rumanía, con 2.226 ciudadanos empadronados en la ciudad, mientras que Nigeria se acerca a los 2.000. La colonia que ha sufrido más caída en la última década es la argentina, que en estos últimos diez años ha caído prácticamente a la mitad. También se ha reducido el padrón de ciudadanos de Bolivia, Brasil, Rumanía, Francia o Bulgaria. En una situación contraria están los empadronados de países como Italia, Rusia, Marruecos y Rumanía -esta última se ha duplicado-. Y muy llamativo es asimismo el incremento de la población llegada de China, que se ha multiplicado por dos y supera ya los 3.5oo residentes en la capital.

A nivel provincial, Málaga se mantiene como uno de los puntos del país que más aumenta su población, impulsada por el poder de atracción que mantiene la Costa del Sol.