Manuel Camacho, vicepresidente para Málaga de la Asociación de Empresarios Hoteleros de la Costa del Sol (Aehcos), fue, de nuevo, contundente en este asunto: «Nosotros, hoy por hoy, nos oponemos a una tasa turística contra el cliente». Es cierto que el Ayuntamiento de Málaga ha enterrado el debate con cajas destempladas, y que Sevilla, por ejemplo, se lo está planteando. Además, la principal reflexión municipal en este sentido es que los consistorios no tienen competencia para implantar la ecotasa.

La Junta, de hecho, según explicó Juan Marín, vicepresidente del Gobierno andaluz, en una entrevista a este periódico, va a abrir el debate de forma inminente: «Yo ya me he posicionado claramente, creo que no es el momento de implantar una tasa turística en Andalucía, pero tampoco me puedo negar a abrir un debate que han abiertos otros ayuntamientos. Hablaremos con los empresarios, con los representantes sindicales, valoraremos la necesidad o no de esa tasa y al final lo que sí espero es que si se toma una decisión sea de una forma global, creo que no es bueno establecer comparaciones y competencia dentro del mismo territorio, ni siquiera en el mismo país, y ya que el Gobierno de España no se atreve a afrontar esta situación nosotros por lo menos vamos a hablar de ello».

De cualquier forma, los hoteleros son claros: «Es posible que se diga en un informe que la implantación de la tasa no conlleve una caída de las pernoctaciones, pero es algo difícilmente medible, porque no sabemos si muchos segmentos han dejado de venir a esos sitios precisamente por la tasa. Además, igual no ha habido caídas, pero sí estancamiento».

Además, si se aprueba la tasa, habrá que tener muy claro «en qué se usa el importe que se cobre al cliente; si va a ser en asuntos de ordenación de la ciudad para la convivencia del turista con el malagueño, cómo se va a gastar y en qué promoción de la ciudad». Incluso, explica que son la Junta y el Gobierno de España los que tendrían que actuar en este sentido, porque «los ayuntamientos no tienen competencias para ello».

Recuerda que los hoteles ya pagan mucho por el IBI y el agua y cree que, si se impusiera la ecotasa, habrían de afrontarla también otros sectores transversales turísticos como viviendas y cruceros.