La emergencia sanitaria provocada en China por el brote del coronavirus en la región de Wuhan está teniendo repercusiones también en el ámbito económico y, en el caso de Málaga, está llevando la inquietud a todas las empresas que mantienen exportaciones con el gigante asiático, ya que el comercio en ese país se está viendo muy constreñido por las enormes cautelas de las autoridades para atajar la epidemia. Un total de 185 empresas malagueñas realizaron exportaciones a China el pasado año, 40 de ellas de forma regular, con un volumen de ventas que alcanzó los 134 millones de euros, más del doble que el ejercicio anterior (60,4), según los últimos datos de la Agencia Andaluza de Promoción Exterior (Extenda). Este departamento achaca el significativo incremento a sectores como el cárnico o el del aceite de oliva, «que siguen teniendo en China un enorme mercado de expansión». En general, el número de firmas malagueñas que trabajan en el mercado chino es más del doble que hace una década.

El sector agroalimentario malagueño es uno de los que más presencia tiene en China, de la mano de firmas como las cárnicas Famadesa o Prolongo-Facssa, el grupo Dcoop o Aceites Málaga, todas ellas con varios años de trayectoria en este mercado. Según explican, los problemas que les está generando, de momento, la crisis del coronavirus, son los retrasos con que los cargamentos llegan a sus clientes en China, debido a la falta de actividad en puertos y aduanas y a la dificultad para distribuir los productos por el interior del país ante la escasez de transportistas, por no hablar deque los bancos tampoco están operativos al 100%, lo que demora las transacciones. Famadesa, por ejemplo, tuvo más de una semana unos 90 contenedores paralizados en un puerto chino, a la espera de recibir autorización administrativa para poder descargarlos y distribuirlos. La cárnica presidida por Federico Beltrán destina la mitad de toda su facturación al mercado exterior, siendo China uno de sus compradores principales.

Fuentes del sector cárnico destacan que, hasta la fecha, no se han producido cancelaciones de pedidos pero señalan la necesidad de que todos los contenedores que vayan llegando a los puertos chinos tengan una salida en un tiempo adecuado para que no se solapen con las nuevas mercancías que se envíen.

«A nuestros clientes les está costando encontrar transportistas por las restricciones a la circulación que ha decretado el gobierno chino. El comercio fluye, pero no al ritmo de antes. Lo importante es que ellos puedan vender y, de momento, estamos tranquilos porque no hay devoluciones. Pero estamos muy atentos a cómo evoluciona la situación porque lo peor sería que todo esto se prolongara», apuntan. El sector cárnico malagueño vende en China, sobre todo, carne de cerdo congelada y los denominados «despojos» de este animal (orejas, sesos, intestino, corazón, riñones, manos, estómagos o los fémur), muy apreciados en este país.

«Todo es más lento»

El gerente de la empresa Aceites Málaga, Antonio Pérez, destaca también los retrasos que están sufriendo los envíos a China, donde trabajan desde hace ocho años con distribuidores y cadenas de supermercados como sus principales clientes. «Nosotros tenemos unos 40 contenedores en tránsito, algunos tenían que haber llegado a puerto el 10 de febrero y lo han hecho el día 24. Ni la Aduana ni el transporte están completamente operativos, todo es más lento, y las entregas se demoran. Parece que la distribución por la ruta de la Seda está funcionando mejor que con las navieras. Estamos un poco a la expectativa», explica.

Aceites Málaga destina un 30% de su producción al mercado externo y, en de este apartado, China es uno de sus clientes más importantes, al que envía aceites de oliva, girasol, nuez o aguacates en todo tipo de envases, desde botellitas de 20 mililitros a latas de 4 o 5 litros.

Por su parte, el grupo cooperativo agroalimentario Dcoop, con sede en Antequera, todavía no ve un impacto directo de la crisis del coronavirus en sus operaciones aunque, como todos, se muestra vigilante de cara al futuro. «No hemos dejado de hacer nada; otra cosa es que a futuro toda esta situación hiciera bajar el consumo, pero eso no ha pasado a día de hoy», comentan desde la empresa, que en 2019 registró ventas de nueve millones en el mercado chino a través del aceite y el vino.

El director de Exportaciones de Dcoop, Manuel Pérez, sí afirma que el miedo al coronavirus está cancelando algunas ferias comerciales en China e, incluso, reduciendo la afluencia en otras celebradas en otras zonas. Según comenta, la concurrida Gulfood de Dubai, celebrada estos días y a la que Pérez ha asistido, ha tenido menos asistencia de lo habitual. «Estamos todos expectantes. China es un país en el que hay que estar», apunta.

Los efectos del brote de coronavirus también amenazan este año los tradicionales desplazamientos que las empresas malagueñas realizan a China a través de las misiones comerciales de la Cámara de Comercio. La última visita fue la realizada el pasado noviembre a Shanghai y Beijing para la feria agroalimentaria FHC Food & Hotel China, a la que asistieron las empresas Aceites Málaga, Dvino Export, X 37 Grados Norte, Anmar, Imports&Export, Reysol Nerja, Aceituna Verde y la cooperativa olivarera y frutera San Isidro de Periana. Para este 2020, la Cámara tiene programadas tres acciones en la zona para el segundo semestre (una misión para empresas tecnológicas al Parque Caohejing Hi Tech, otra multisectorial a Hong Kong y otra turística a este mismo destino) pero ya se reconoce que si la situación no cambia significativamente en los próximos meses estos viajes serán cancelados.

«La decisión se tomará en los próximos meses. En una situación de incertidumbre como la actual las empresas no se apuntarían y tenemos que estar preparados para buscar destinos alternativos», comenta el responsable del departamento de Comercio Exterior y Turismo de la Cámara, Juan José Ríos.

Vigilancia de Extenda

La Agencia Andaluza Extenda también está viendo modificado su calendario de actividades con China por el coronavirus. El consejero delegado de Extenda, Arturo Bernal, aseguró a este periódico que trabajan con el horizonte puesto en el mes de mayo, fecha en la que, según las informaciones que les llegan, «la situación sanitaria podría estar controlada, recuperándose la normalidad de las operaciones logísticas y comerciales, en general, con China y los países del entorno». Para Bernal, parece «razonable» pensar que esta situación pueda desacelerar la economía de China, aunque cree que «la regularización de la actividad será rápida también».

«Ante el escenario al que nos enfrentamos con la crisis sanitaria del coronavirus y impacto sobre las relaciones comerciales con China y otros países del entorno, vamos a realizar un especial control y seguimiento a nuestras acciones programadas en ese mercado, tanto directas como inversas, a fin de decidir puntualmente en cada caso sobre su ejecución conforme a la situación de riesgo sanitario y su evolución», explicó.

Bernal afirmó que diversas organizaciones feriales en China han aplazado sus certámenes, como la de joyería de Hong Kong (se ha pasado de marzo a mayo, y estaba previsto que 22 firmas andaluzas acudieran a la cita), mientras que otras están pendientes de confirmar fecha. «Son citas que cuentan con la participación de empresas andaluzas, pero actualmente, salvo alguna excepción puntual, no hemos recibido una avalancha de peticiones de cancelación», dijo.

Extenda está siguiendo la evolución de la crisis con el apoyo de su Oficina Promoción de Negocios en Shanghái y confía en que el impacto en la economía no sea muy alto pero admite que aún carece de datos oficiales para analizar si las exportaciones andaluzas al mercado chino se están viendo afectadas.