Modernizar los mercadillos actuales y que los vendedores ambulantes reciban un trato digno son dos de las peticiones que defienden durante la Comisión de Economía en una moción en defensa a este sector en la ciudad.

La concejala socialista María del Carmen Sánchez pretende que el equipo de gobierno local «sea sensible con el centenar de familias que viven de la venta en nuestras calles», puesto que «necesitan un trato digno y modernizar las instalaciones en las zonas en las que trabajan».

Sánchez pidió al Ayuntamiento, según informó a través de un comunicado, que ponga a disposición de los mercadillos «instalaciones como toldos, pérgolas y otros elementos que den sombras a las zonas donde se ubican, además de instalar los aseos necesarios para cubrir las necesidades de cada uno de ellos y mejorar los ya existentes, tanto para el uso de los trabajadores como para sus clientes. También piden fuentes de agua potable y zonas de carga y descarga adecuadas para el aprovisionamiento de sus productos destinados a la venta».

Además, solicitó la planificación de campañas de promoción y difusión de los mercadillos de la ciudad de Málaga, «como apoyo a esta importante y tradicional actividad comercial. La tradición de estos mercados populares y al aire libre están presente en nuestro país desde hace siglos. El comercio ambulante es un sector de gran importancia en nuestra actividad comercial, dinamizadora de la economía, generadora de empleo y cohesión social y forma parte de nuestra propia cultura», defendió María del Carmen Sánchez.

Semana Santa

Una cita muy importante para la actividad de los vendedores ambulantes es la Semana Santa. Sin embargo, tras una reunión mantenida entre una amplia representación del colectivo con funcionarios del Ayuntamiento en la Gerencia Municipal de Urbanismo el pasado martes, los funcionarios explicaron que, por orden de la edil popular Teresa Porras, los comerciantes deberán quitar sus puestos de La Alameda «para no afear el recorrido oficial durante la Semana Santa».

Además, denuncian que no podrán usar lámparas de gas ni bombonas con las calientan el aceite de los buñuelos mientras que «con los veladores de las terrazas que están invadiendo cada vez más el espacio público y funcionan con bombonas de butano se hace la vista gorda», explicaron los asistentes.