El Juzgado de lo Penal número 10 de Málaga tiene previsto juzgar el próximo miércoles día 4 de marzo a una mujer por participar en la exhibición pública, a modo de procesión, de la imagen de una vagina de plástico durante una manifestación organizada con motivo del Día Internacional de la Mujer en 2013 en la capital malagueña.

Los hechos tuvieron lugar el día 8 de marzo de dicho año y la denuncia la presentó la Asociación de Abogados Cristianos, que acusa por un delito de provocación a la discriminación, odio y violencia por motivos referentes a la religión o creencias y por otro contra la libertad de conciencia y los sentimientos religiosos, pidiendo 12 meses de prisión y multa.

La Fiscalía malagueña, por su parte, considera a la acusada como supuesta responsable únicamente de un delito contra los sentimientos religiosos y solicita que se le imponga el pago de una multa de 3.000 euros.

Según el escrito provisional del ministerio fiscal, al que tuvo acceso Europa Press, la acusada participó en compañía de otras personas no identificadas en esa exhibición pública durante dos horas por las calles del centro de la capital.

Se trataba de una vagina de látex de grandes dimensiones bajo el nombre de 'Gran procesión del Santo Chumino Rebelde', procesión convocada, señala la acusación pública, por quienes se hacían llamar la Hermandad del Coño Insumiso y con la que "se pretendía hacer mofa de los símbolos y dogmas más sagrados para quienes profesan la religión católica".

Esta estructura, se detalla en las conclusiones iniciales del fiscal, estaba acompañada de todos los ornamentos que usualmente distinguen a las imágenes de la virgen en los tronos de Semana Santa, como un manto y flores. Además, las portadoras iban vestidas bien con túnicas y capirotes o "como en el caso de la acusada, con la mantilla".

Además, la acusada y sus acompañantes "profirieron a lo largo del recorrido, utilizando un megáfono, varias proclamas en las que, utilizando expresiones de diverso contenido, trataban de atacar las verdades inmutables que constituyen la base de la fe católica y burlarse de los referentes de dicho colectivo".

Asimismo, dice el fiscal, la acusada, que a veces portaba el trono y otras el megáfono, afirmó proclamas como "vamos a quemar la Conferencia Episcopal por machista y patriarcal". También por su parte y de otros acompañantes se leyó un texto imitando al Credo y otras oraciones, cambiando palabras, para "ridiculizar los dogmas".

Esa procesión recorrió las calles de la capital "de gran afluencia ante multitud de viandantes" y, además, fue grabada en vídeo y difundida a través de varias páginas web.

Por estos hechos, la Fiscalía acusa a la mujer por un delito contra los sentimientos religiosos y pide que se le imponga una multa de diez meses con una cuota diaria de diez euros.

Por su parte, desde la Asociación de Abogados Cristianos se considera en su escrito provisional, al que ha tenido acceso Europa Press, que se recreó una procesión "escenificada en tono de burla" y se realizaron proclamas y "se pregonaron versiones vejatorias de oraciones cristianas".

Así, considera que la acusada participó "activamente, lanzando las proclamas, profiriendo amenazas contra la Conferencia Episcopal, leyendo el manifiesto, incluso portando un altavoz, llevando en andas la vagina gigante ataviada de la Virgen María; en definitiva, en la cabecera de la 'procesión'".

Esta acusación considera que hubo en la procesada una "evidente intención de ofender los sentimientos de los católicos, pues no se hizo vejación de ninguna otra religión ni colectivo, tratando de imitar, ridiculizar y hacer escarnio de una procesión cristiana y de las oraciones más importantes".