El año 2020 ha arrancado con nuevos descensos en la venta de automóviles, después de que el pasado 2019 se cerrara con el primer descenso de operaciones en siete ejercicios debido a un contexto de incertidumbre económica que, ahora, puede redoblarse con el impacto de la crisis del coronavirus. De momento, los dos primeros meses de este 2020 acumulan ya en el caso de la provincia de Málaga un descenso en las matriculaciones del 10,2% en relación al mismo periodo del año anterior, con poco más de 4.400 operaciones, según los datos de la Asociación Malagueña de Automoción (Asomauto). Las caídas se mueven en el 12% y el 14% en el caso de compradores particulares y empresas, que son los que dominan el mercado, y sólo mejoran un 10% en el segmento de las firmas de alquiler de vehículos (rent a car), que manejan un menor volumen de compras.

El presidente de la Asociación Malagueña de Automoción (Asomauto), Carlos Oliva, afirmó ayer a este periódico que la mala dinámica de las ventas obedece a un clima de dudas en torno al futuro de los motores de combustión y a la indefinición del Gobierno en torno a posibles programas de ayudas para la renovación del parque móvil. La crisis del coronavirus también preocupa al segmento del automóvil, debido a su efecto psicológico sobre el consumo.

«Todo eso afecta. El cliente está esperando movimientos de la Administración, para ver si habilita algún tipo de ayudas, como el Plan Moves 2020 para el vehículo eléctrico. Comprar un coche es siempre una decisión muy meditada y la incertidumbre quita algo las ganas», apuntó Oliva. De hecho, el sector indica también que ha bajado la afluencia de clientes a los concesionarios, reflejo de este momento de transición. Asomauto cree que ese 2020 dejará en conjunto un descenso de ventas que, como mínimo, estará en el 5%.

Respecto a la incidencia del coronavirus en el suministro de vehículos, Oliva señala que aún no se notan posibles efectos adversos porque hay stock suficiente pero admitió que, si las restricciones comerciales en China se dilataran en el tiempo, la cadena de suministro podría terminar resintiéndose. «De China vienen muchos componentes del sector del automóvil, aunque los coches se construyan en Europa», explicó.

En España, las matriculaciones se situaron en los dos primeros meses del año en las 181.063 unidades, con un descenso del 6,8% respecto al mismo período del año precedente, según datos de las asociaciones de fabricantes (Anfac), concesionarios (Faconauto) y vendedores (Ganvam).

La directora de Comunicación de Anfac, Noemí Navas, apuntó que el canal de particulares sigue cayendo frente al aumento de las ventas de coches de más de 20 años y resaltó que el crecimiento económico «no acompaña», por lo que la previsión de cierre de 2020 adelanta una caída del 4%. Por su parte, el director de Comunicación de Faconauto, Raúl Morales, aseguró que el resultado final de matriculaciones de febrero «hubiera sido mucho peor» sin las «automatriculaciones de última hora», que hicieron que el canal de empresas creciera de forma artificial.

Además, la directora de Comunicación de Ganvam, Tania Puche, subrayó que la incertidumbre regulatoria y el enfriamiento de la economía, golpeada por aspectos coyunturales como el coronavirus, «hacen mella» en las expectativas del comprador, especialmente en el particular. «Ahora que el Gobierno está poniendo en marcha de nuevo toda la maquinaria fiscal y presupuestaria es más necesario que nunca desarrollar medidas que insuflen confianza y revitalicen el sector, máxime teniendo en cuenta la importancia de la automoción como pilar económico», afirmó.