El Colegio de Doctores y Licenciados de Filosofía y Letras y en Ciencias reivindicó ayer el trabajo de los arqueólogos en Málaga y negó que suponga obstáculo alguno para los proyectos urbanísticos que se llevan a cabo en la capital.

La reacción de esta entidad, a raíz de un artículo en prensa, también ha motivado una respuesta del Consejo Andaluz de Colegios de Doctores y Licenciados de Filosofía y Letras y en Ciencias, que en un escrito ha mostrado su cansancio porque la Arqueología sea «la excusa fácil para ocultar y justificar el verdadero problema, que son la mala planificación y gestión de algunos proyectos urbanísticos, en cuya redacción es habitual no contemplar la posible aparición de restos arqueológicos».

El decano del colegio, José Gutiérrez Galende, recordó que la administración pública «no sólo es responsable del desarrollo urbanístico, también de la actividad arqueológica».

Por su parte la vocal de Letras del colegio, la arqueóloga Ana Espinar, lamentó que la Arqueología todavía se perciba, «en el mejor de los casos, como una molestia que retrasa las promociones inmobiliarias y grava su presupuesto, cuando no es una traba al progreso de la ciudad», una percepción que, subrayó, los arqueólogos están «intentando desbancar».

El profesor de Historia del Arte de la UMA y vocal de Patrimonio del Colegio, Francisco Rodríguez Marín, recordó que tanto en la Ley de Patrimonio Histórico Español como en la Ley del Patrimonio Histórico de Andalucía se deja claro que este «no es un lastre sino todo lo contrario, una oportunidad».

El profesor puso el ejemplo de Patrimonio «como una oportunidad de desarrollo social y económico y una oportunidad para crear puestos de trabajo», el pueblo cordobés de Almedinilla, de 1.500 habitantes, que cuenta con un poblado ibérico y que, ante el hallazgo de una villa romana, los vecinos impidieron que la destruyera una carretera proyectada. «Hoy, el pueblo tiene esos dos yacimientos pero también un museo, un restaurante así como un hotel y 30 alojamientos rurales», a raíz de la nueva oferta cultural.

Patrimonio de Málaga

Rodríguez Marín también puso como ejemplo a seguir en Málaga capital el del hotel Vincci Posada del Patio, que integró unos restos arqueológicos carentes de protección, los de la muralla árabe y del puerto romano. «Podían haber enriquecido el hotel con cuatro, cinco o seis habitaciones más, sin embargo optaron por conservar ese Patrimonio cultural con un tratamiento modélico».

Por contra, consideró que es un ejemplo negativo el del futuro hotel de Moneo en Hoyo de Esparteros, que ha supuesto «lograr la desprotección y demolición de un edificio histórico protegido para poder incorporar un viario público y así tener más superficie para conseguir más altura y más habitaciones».

El vocal de Patrimonio también abogó por integrar los restos del Hospital de Santa Ana, localizados en el solar del cine Astoria, en el proyecto que se vaya a llevar a cabo. «¿Qué interesa más, ahondar y crear una sala para integrar un restaurante o integrarlos?», se preguntó.

Por último, Ana Espinar estimó que, aunque lo ideal hubiera sido conservar todo el arrabal medieval de Al Tabbanin, localizado durante las obras del metro delante de El Corte Inglés, señaló que «todo no se puede salvar» y recalcó que «hay cosas muy interesantes que se han ido salvando para exponerlas en el futuro».