El Málaga de la era Pellicer desde que el entrenador castellonense tomara las riendas del primer equipo. Mereció más, peleó hasta los instantes finales del partido y pagó muy, pero que muy caro un error defensivo primero de Luis Hernández y después de Luis HernándezMunir. Las carencias del conjunto malagueño siguen siendo las mismas y sí, se vislumbra una importante mejoría, pero aún queda trabajo por delante para que en partidos como el de ayer, todo el esfuerzo realizado pueda tener su recompensa en forma de puntos.

Sea como fuere, sin tener en cuenta el resultado final, ante el Real Zaragoza el estadio de La Rosaleday a arrimar el hombro para ayudar al equipo, al menos en lo anímico.

Antes del pitido inicial, a media mañana, Pellicer dio a conocer la convocatoria y decidió dejar fuera a Aarón Ñíguez, nuevo fichaje del conjunto malacitano. Entró en la lista Iván Jaime, así que el debut del extremo ilicitano tendrá que esperar al menos una semana más.

Ya entrados en el partido, como síntoma de la dureza del mismo, en los minutos iniciales ambos equipos medían a su rival y tanteaban en el terreno de juego en busca de los puntos débiles o fisuras de unos y otros. El Málaga salió guerrero y el Zaragoza bien plantado, sin sufrir en demasía, proponiendo pocas acciones y cediendo el balón a los de Pellicer.

Con Juanpi y Sadiku como pareja de atacantes, el Málaga fue poco a poco ganando metros hasta conseguir llegar con peligro al área de Álvarez. El venezolano, que parece ir poco a poco acercándose a su mejor versión, deleitó con recortes y regates, protagonizando la mayoría de acciones peligrosas del conjunto blanquiazul. Pero como en ocasiones anteriores, o llegaba demasiado rápido y no encontraba compañero en el que apoyarse, o acababa rodeado por varios jugadores del Zaragoza o erraba en el pase final. No obstante, suya fue la ocasión más clara de gol de la primera parte, pasados los 30 minutos de juego. Erró un remate en el área zaragocista, a pocos metros del poste izquierdo y el esférico se desvió levemente.

Las jugadas a balón parado también se han convertido en una gran baza para los de Pellicer, y a raíz de un par de córners, el Málaga estuvo a punto de adelantarse en el marcador. En el 38, Adrián también estuvo a punto de marcar. Asistido por Pacheco, el capitán peinó un balón que se marchó desviado.

De cara a la segunda parte, el equipo malacitano volvió del vestuario lanzado. Tal es así que Sadiku batió la red del Zaragoza, aunque en la jugada, arrancada por Juanpi, Tete Morente estaba en claro fuera de juego y el gol finalmente no subió al marcador.

Justo después, tras una falta de Eguaras, Dani Pacheco lanzó un libre directo que chocó contra la barrera. Otro aviso del Málaga CF, que no dejó de pelear el partido.

Acción y reacción

El conjunto maño, después del vendaval blanquiazul, salió disparado a la contra y después de una pase profundo de Luis Suárez, Soro remató ante Munir sin puntería.

Pese a la superioridad que con la que, a priori, el Zaragoza se plantaba en La Rosaleda, sus llegadas al área malaguista se contaban con cuentagotas, mientras que los de Pellicer no dejaban de proponer un juego más ofensivo y vertical, en gran medida por las intervenciones de Luis Muñoz, Juanpi y Tete Morente.

Como si no llevase más de 70 minutos de juego en sus piernas, el jugador venezolano del Málaga siguió aportando chispa, velocidad y capacidad de creación.

En una acción aislada, un cúmulo de errores le costó la derrota al conjunto de Martiricos. En un contragolpe, a Luis Hernández se le escapó un jugador maño, Munir salió mal y Luis Suárez aprovechó estar completamente solo para marcar el 0-1 definitivo en el minuto 86.

Un castigo demasiado duro para un equipo que compitió a gran nivel ante un complicado rival que no hizo mucho más para llevarse los tres puntos. Pero el fútbol no entiende de justicia o injusticia y lo único que importa es que el balón pase la línea de cal de portería. Al Málaga le queda seguir trabajando y mejorando, porque está en el buen camino.