Los proyectos de urbanización de los viales de los antiguos terrenos de Repsol, el parque de 65.000 metros cuadrados y el parking subterráneo recibirán de forma inminente, posiblemente este mismo mes, la aprobación inicial por parte de la Junta de Gobierno Local, según previó ayer el concejal de Ordenación del Territorio, Raúl López, quien declaró que, si los trámites posteriores que competen a la Junta de Andalucía se realizan a lo largo de 2020, en 2021 la Gerencia Municipal de Urbanismo podría licitar la contratación de las obras.

Así, según explicó López, el proyecto para intervenir en estos terrenos, que se encuentran a caballo entre dos distritos como son Cruz de Humilladero y Carretera de Cádiz, se presentó el 8 de enero en el Salón de los Espejos del Ayuntamiento y, desde entonces, se han ido incorporando al expediente diferentes informes sectoriales, por lo que en las próximas semanas, si no hay contratiempos, irá a Junta de Gobierno Local para recibir el sí inicial.

Luego, cuando se apruebe provisionalmente, habrá que solicitar a la Junta la elaboración de la evaluación ambiental ordinaria y se incorpora el proyecto de remediación de lo que queda (ya se hicieron algunos antes para tratar de revertir la presencia de hidrocarburos en algunas partes de la enorme parcela). Una vez se cumpla con esos trámites, se podrá dar la aprobación definitiva al proyecto y, en algún momento de 2021, estima Raúl López, se sacarán a licitación las obras, que podrían comenzar ese mismo ejercicio.

«El proyecto se mueve, la aprobación inicial es inminente. Si cubrimos estos trámites en marzo, en el resto de año se podrá hacer la evaluación ambiental y para el año 21 podríamos licitar el parque de Repsol».

La superficie total de la zona asciende a más de 177.000 metros cuadrados. Así, el parque ocupará 65.000 metros cuadrados, que estarán vallados, su periodo de ejecución será de dos años y la inversión de 8,3 millones de euros; el parking subterráneo, una parte del mismo bajo el parque, será ejecutado en 18 meses y la inyección de dinero público será de 11,23 millones de euros, mientras que las obras de urbanización se ejecutarán en un año y llevan aparejadas una esfuerzo dinerario de 10,1 millones de euros, de forma que estas tres iniciativas superan los 29,6 millones de euros.

Todo ello a falta de los 134.000 metros cuadrados de techo para uso residencial (protegido y libre), oficinas y uso comercial. La huella de estos usos será de 25.000 metros cuadrados y es donde se quieren levantar varias torres, posiblemente de oficinas, aunque hay que ver qué postura tiene la Sareb, el llamado banco malo durante la crisis, sobre este extremo: si prefiere oficinas o viviendas o un mix.

Colectivos sociales y ciudadanos siguen defendiendo que se dediquen los 177.000 metros cuadrados de la parcela al llamado bosque urbano, lo que han reivindicado en numerosas ocasiones; por contra, el arquitecto del proyecto de parque, Alejandro Pérez, explicó en la presentación de la iniciativa que, de esa superficie, 151.952 metros se destinan a uso ciudadano y sólo el 14%, a uso privativo.

El parque estará vallado, tendrá horario diurno con tres entradas por cada una de las cuatro calles que lo colindan. La vegetación dominante será autóctona. Entre los árboles destacan ficus, sauces llorones y acacias.

Habrá en total 750 árboles, 5.562 metros cuadrados de arbustos con más de sesenta especies y 7.718 metros de césped. La zona de colinas se dividirá en torno a tres áreas que se articulan en torno a un lago. También contará el parque con dos zonas para perros, dos espacios de juego, un área deportiva en la zona boscosa, caminos principales y secundarios para los corredores, plazas, una cafetería y un anfiteatro para 750 personas, entre otras infraestructuras.