Los carteles de cierre por vacaciones y las terrazas vacías han empezado a hacer acto de presencia en el sector malagueño de la hostelería, que ya ha sentido un descenso de la facturación de "al menos un 30%". Una de las radiografías más ilustrativas de esta nueva situación plagada de bares cerrados o a medio gas, que ha sido generada por la crisis del coronavirus, se encuentra en un paseo por las arterias más céntricas de Málaga capital. En estas fechas vinculadas al Festival de Cine y la Semana Santa en las que los bares y restaurantes empiezan a superar los estragos económicos lógicos del invierno, ha surgido una inesperada temporada baja. De camino al centro histórico, entre la esquina de Armengual de la Mota y las inmediaciones de la Tribuna de los Pobres, se aprecian los ejemplos más contundentes ante sendos carteles que cuelgan en las fachadas de sendas cafeterías el mensaje de 'cerrado por vacaciones'. De hecho, es el 'modus operandi' que se ha generalizado para reaccionar a la pandemia en aquellos establecimientos hosteleros cuyos propietarios son de nacionalidad china.

Llamamiento de los hosteleros

Aunque en los próximos días la tendencia a la parálisis seguirá al alza, la hostelería malagueña ya ha hecho unas primeros cuentas que no resultan halagüeñas. La Asociación de Hosteleros de Málaga (Mahos) ha alertado de que "los establecimientos de la provincia de Málaga están sufriendo un descenso de la facturación derivado del coronavirus de hasta un 30 por ciento, en pleno inicio de la temporada alta". De este modo, en la rutina de los restaurantes se ha instaurado como tónica habitual las cancelaciones masivas de mesas reservadas "primero con la incertidumbre como motivo y ahora con la certeza de la suspensión de eventos, como por ejemplo el reciente anuncio relativo al Festival de Cine de Málaga", según apuntaron desde el colectivo que tiene al frente a Javier Frutos.

Los responsables de Mahos insistieron en la necesidad de que "se adopte una moratoria fiscal, como se ha hecho en Italia, así como de medidas laborales y administrativas que ayuden a amortiguar el perjuicio económico que las empresas sufren ya como consecuencia de la pandemia del Covid-19". "La hostelería aporta en la provincia de Málaga dos de cada tres empleos de la industria turística, ya que mantiene -según las estadísticas oficiales- 80.000 puestos de trabajo a lo largo del año, con picos de 100.000 personas empleadas en temporada alta", agregaron los dirigentes de la Asociación de Hosteleros de Málaga.

Medidas laborales

El descenso de la afluencia de clientes y el temor a una merma importante de sus plantillas a consecuencias del virus está llevando a los establecimientos hosteleros -sobre todo a aquellos que tienen a un nutrido grupo de empleados a su cargo- a estudiar medidas encaminadas a redistribuir los turnos o a darle vacaciones a una parte de la plantilla. El clima de incertidumbre se respira en todo tipo de establecimientos y en ellos nadie, ni empresarios ni empleados, quiere pronunciar la palabra 'despidos'.

En una cafetería del entorno del Museo Carmen Thyssen, su propietario explica que las conversaciones entre los responsables de este tipo de negocios se han vuelto frecuentes para intercambiar posibles soluciones "porque no sabemos qué hacer con todo esto". "Está claro que cada vez va a venir menos gente y que esto no solo va a durar quince días o un mes, esto va para largo", señala en el instante preciso en el que se le acerca a la barra el empleado de una importante cadena de supermercados y le comenta que a él aún no le ha quedado claro "porque la gente compra tanto papel higiénico". "Parece que es para limpiarse enseguida cuando se lavan y no entrar en contacto con nada", añade. A continuación, el hostelero le responde que "entonces por eso ayer aquí se gastó mucho más papel de lo normal y tuvimos que reponerlo varias veces".

Este tipo de preocupaciones contrasta con la animada charla que mantienen los otros cuatro hombres que ocupan el mostrador, quienes llevan varios minutos expresando su inquietud sobre "qué va a pasar a partir de ahora con la liga de fútbol o la Champions". "Las terminarán anulando si esto va todavía a peor", apuntilla uno de ellos.

Locales nocturnos

Del dilema entre la apertura y el cierre tampoco se libran los bares de copas y discotecas. Quienes salgan este fin de semana a las calles del centro de Málaga u otras zonas de ocio nocturno de la provincia para disfrutar de estos establecimientos puede que, a la hora de elegir uno de estos locales para entrar, deban someterse a un proceso de selección distinto al habitual. Quizás lo de desechar ciertos bares porque están demasiado llenos o a su puerta hay una cola considerable pase temporalmente a la historia. Todo apunta a que, esta vez, la elección será entre aquellos que simplemente estén abiertos porque los clientes de algunos locales de moda o los clásicos pubs de siempre se encontrarán cerrados algunos de sus enclaves preferidos de la noche malagueña.

Uno de los primeros establecimientos en hacer públicas su medida contra el coronavirus fue el bar Indiana, situado en la céntrica calle Nosquera de la capital malagueña y que durante este fin de semana no levantará su persiana a partir de las 22.00 horas como de costumbre. Su responsable, Horacio Socias, lo anunció en los siguientes términos en las redes sociales: "Visto lo visto, Bar Indiana no abrirá este fin de semana. Por ahora no hemos tenido ningún problema, pero hay que prevenir y aportar nuestro granito de arena. Así evitamos algún posible contagio. Hay que solidarizarse parando un poco la actividad. Seguro que lo entendéis. Os queremos y os necesitamos. Besos y ánimo, que de esta salimos".

Además, un 'santuario' de la música en vivo como el ZZ Pub, ubicado en la calle Tejón y Rodríguez de Málaga capital, acaba de anunciar con la máxima cautela una programación especial de siete conciertos para celebrar el 'cumpleaños' del bar, prevista entre el 30 de marzo y el 5 de abril: "Si el virus no hace de las suyas, pronto celebraremos nuestro 29º aniversario", señalaron sus propietarios este jueves en las cuentas de las que dispone el local en redes sociales.