El Obispado de Málaga ha vuelto a publicar un decreto, tras el Estado de Alarma impuesto por el Gobierno para tratar de superar la crisis del COVID-19, por el que suprime la celebración de todas las misas en la diócesis con la participación de fieles.

Se permiten los los actos de culto, guardando la normativa referente al aforo y a las precauciones de distancia prudente. Sin embargo, a partir de este próximo lunes, se suprimen estas eucaristías, aunque los párrocos podrán celebrar en solitario y a puerta cerrada.

"No se suprime la celebración del misterio Pascual del Señor, que seguiremos ofreciendo los sacerdotes por todo el pueblo santo de Dios", señala el comunicado.

También señala el Obispado que las exequias pueden celebrarse de forma simplificada en diálogo con los familiares; y posponer las misas de funeral hasta que pase la pandemia.

Pese a que no podrá celebrarse en su interior, los templos parroquiales pueden estar abiertos "durante algunas horas del día".