La Semana Santa de Málaga no es sólo un evento de dimensiones colosales desde el punto de vista patrimonial, espiritual, religioso o cultural. Es también una de las citas que permiten generar ingresos para el sector turístico y comercial de la capital de la Costa del Sol. Un informe de la Cátedra de Estudios Cofrades de la Universidad de Málaga, presentado en abril de 2019, sitúa el impacto económico de la Semana Mayor en 102,7 millones de euros, lo que dividido por los siete días en los que hay procesiones arroja 14,67 millones de euros, es decir, que al no celebrarse la próxima Semana Santa por la crisis sanitaria del coronavirus, que debía comenzar el 5 de abril y terminar el día 12, la ciudad perderá cada día 15 millones de euros.

Los datos no dejan lugar a dudas: de esos 102,7 millones de euros, 53,7 millones suponen un impacto directo y el 48,9% de la cantidad global se refiere a su retorno indirecto, es decir, su efecto sobre la producción de bienes y servicios.

Los 102,7 millones de euros suponen un impacto económico un 25% superior al registrado en 2016, aunque el efecto es mucho mayor si se tiene en cuenta que los 15 millones de euros diarios de pérdida sólo hacen referencia a los días en los que las cofradías procesionan por las calles de la ciudad, pero el resto de la Semana Santa, antes y después hay una actividad turística muy importante, sobre todo porque el Domingo de Ramos es el primer día de la temporada alta turística. Además, el resto del año también se producen beneficios, sobre todo en la industria sacra auxiliar: floristas, imagineros, ebanistas y artesanos, orfebres, bordadores, etcétera€

La Semana Santa genera 1.258 empleos directos. Según el último informe de la Cátedra de Estudios Cofrades, el gasto medio del residente por día es de 45,7 euros, el del turista de 90,43 y el del excursionista, de 46,14 euros.

Cabe recordar que este periódico ya publicó un análisis sobre cuál es el evento más rentable para la ciudad en función de lo que invierte, aunque esta información se realizó con el impacto económico de la Semana Santa de 2017, que ascendió a 81 millones de euros. Así, mientras que la Semana Mayor generó ese año por día 10,2 millones de euros para la ciudad, el resto de eventos singulares de la ciudad ni siquiera se le acercan: el impacto económico diario de la Feria asciende a 7,5 millones de euros, el generado por el alumbrado de Navidad en 2018 fue de 5,31 millones por jornada y el del Festival de Cine, también suspendido en 2020 por el coronavirus, ascendió a 4,3 millones de euros.

La implicación de la ciudad en este evento religioso está fuera de toda duda. Sólo en la capital hay 80.000 hermanos de cuota, mientras que el Málaga Club de Fútbol suele contar con 20.000 abonados de media y el Unicaja, unos 10.000.

Los hoteleros, agrupados en Aehcos, fueron claros al conocer la suspensión del Festival de Cine en Español de Málaga: sería una tragedia que se suspendiera la Semana Mayor, unos vaticinios que se han cumplido. No en vano, según Aehcos, en los días de la Semana Santa se hace el 15% de la facturación de todo el año en los hoteles de la Costa del Sol, lo que da una idea de las pérdidas a las que van a tener que hacer frente. En 2017, se produjeron 1,4 millones de visitas a la ciudad y en 2019, la ocupación hotelera media iba a ser del 85%, alcanzando picos en los días festivos superiores al 90%. Y no sólo en la capital, porque en todos los municipios de la provincia se desarrollan procesiones, que también tienen un gran tirón popular.

En 2019, por ejemplo, se esperaba un desembolso medio de 1.500 euros por pasar unos días en la capital de la Costa del Sol en viviendas con fines turísticos.