A medida que crecen los casos de coronavirus y la sanidad pública andaluza necesita más medios para afrontar la pandemia, la Junta de Andalucía prepara nuevas medidas de choque y, en estos momentos, está barajando la posibilidad de incorporar a médicos y enfermeros ya jubilados o, incluso, a estudiantes de Ciencias de la Salud. Así lo explicó el consejero de Salud del Gobierno andaluz, Jesús Aguirre, quien además confirmó la suspensión en la región de todas las intervenciones quirúrgicas no oncológicas.

Respecto al reclutamiento de personal, Aguirre detalló -en la comparecencia posterior a la reunión del comité de crisis- que la posibilidad de que se incorporen a trabajar sanitarios jubilados ha cobrado fuerza tras el ofrecimiento de los colegios de médicos y de enfermeros. Es más, el consejero precisó que estarían disponibles para ello más 2.000 médicos jubilados y un mayor número, incluso, de enfermeros.

El titular andaluz de Salud también dio a conocer que, igualmente, se está analizando la posibilidad de incorporar a trabajar a los estudiantes del último curso de Ciencias de la Salud «en el caso de que fuera necesario» y que, a tal efecto, el jueves pasado mantuvo una reunión con rectores de universidades públicas y privadas.

En esta misma línea, el consejero informó de que el viernes tuvo otra reunión con las clínicas privada de Andalucía y les transmitió que él «asumía la dirección única de la sanidad pública y privada, que queda bajo la coordinación de la consejería de Salud». A ello, Jesús Aguirre le añadió el hecho de que, en una dirección similar, «las empresas de ambulancias privadas también quedan bajo la coordinación de la empresa pública de emergencias sanitarias EPES».

Suspensión de operaciones

La Consejería de Salud también ha suspendido todas las operaciones no oncológicas programadas por el Servicio Andaluz de Salud (SAS) y que necesiten UCI para liberar camas en las unidades de cuidados intensivos ante el avance del coronavirus. Otras medidas aplicadas son el aplazamiento de todas las consultas de revisión o pruebas de diagnóstico de pacientes no oncológicos, mientras que se mantienen para los enfermos oncológicos.

En cambio, se continuarán atendiendo «las primeras visitas y pruebas para el primer diagnóstico de patologías oncológicas y para el seguimiento de embarazo, así como las consultas y cirugías de urgencias como cesáreas, trasplantes y transfusiones».

Si se siguen las explicaciones del consejero, «en atención primaria se mantiene la actividad urgente y los equipos móviles y domiciliarios, se potencia la teleconsulta y la telemedicina y se habilitan circuitos para miniminzar la presencia de los ciudadanos en los centros de salud».