El sector de la construcción en Málaga, que reúne a más de 50.000 trabajdores en la provincia, trata de mantener su actividad en plena crisis del coronavirus, ya que el decreto del Gobierno para el cierre de negocios no afecta a su actividad, aunque los empresarios reconocen que la situación es "muy complicada" porque se enfrentan, en algunos casos, a problemas como la limitación de suministros de material para las obras o la ausencia de parte de las plantillas, debido a que hay trabajadores que encuentran obstáculos para desplazarse a su puesto de trabajo o tienen que cuidar de algún familiar.

La gerente de la Asociación de Constructores y Promotores de Málaga (ACP), Violeta Aragón, ha explicado este miércoles a a este periódico que el sector tiene la "voluntad" de seguir trabajando, pese a las dificultades y mientras las administraciones no dicten lo contrario, extremando por supuesto las medidas de higiene y prevención de sus plantillas. "No estamos desde luego al 100%, porque la obra pública, por ejemplo, está parando, y algunas subcontratas también están teniendo problemas de personal, pero nuestro objetivo es tratar de mantener la actividad con la mayor normalidad posible", ha señalado.

Mascarillas, geles de mano y el mantenimiento de la distancia de seguridad entre los trabajadores son elementos primordiales en los tajos de la provincia estos días, junto a una organización "sectoriada" de las tareas que asegure la continuidad de la planificación de las empresas. Aragón afirma que, en algunas obras, han aparecido agentes de las fuerzas de seguridad (policías y guardia civil) aconsejando que se parara la actividad, pero ha recordado que el Ejecutivo, de momento, no ha introducido a la construcción en la lista de actividades que deben parar.

"Mientras el Gobierno nos diga que sigamos trabajando lo haremos. Otra cosa es que los agentes que visitan las obras vean alguna cosa a corregir para mantener la prevención ante el coronavirus, pero lo que no entendemos es por un lado se nos anime a seguir trabajando y por otro nos digan que estamos mejor en casa", ha añadido. La patronal afirma, en todo caso, que a nivel asociativo, no hay ninguna instrucción a las empresas para parar o no, siendo cada firma la que decide cómo actuar ante la crisis del coronavirus. Aragón ha apuntado, eso sí, que todas las empresas del sector están preparando planes de contingencia por si en un futuro es necesario detener la actividad y presentar un ERTE.