La otra cara de la cuarentena es la que no puede parar, la que debe seguir trabajando para evitar el colapso. En este lado del problema, están los hospitales, los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad, las farmacias, los establecimientos alimentarios€ pero para que todo eso funcione hay una pieza aún más profunda en el engranaje del sistema y que, por tanto, llama menos la atención: los mayoristas y distribuidores.

La realidad es que muchos parques empresariales de Málaga siguen activos, como por ejemplo el Polígono San Luis o La Huertecilla, donde los camiones de reparto, las furgonetas, la maquinaria, los toritos€ continúan circulando con una cruda normalidad, alterada únicamente por el uso de guantes y mascarillas, aunque no en todos los casos. La actividad no ha cesado ni un ápice en aquellos polígonos donde la distribución y el agroalimentario son los sectores mayoritarios.

"Por las mañanas hay bastante afluencia", cuenta Antonio Godino, propietario de Almacenes Serranía, un mayorista distribuidor de productos de higiene y limpieza. "Nosotros al mediodía estamos cortando. Hacemos jornadas intensivas y luego nos vamos". Para el personal de esta nave, su labor es también un servicio público porque garantizan algo tan esencial como el abastecimiento de la ciudadanía, incluido el artículo estrella más requerido estos días en una suerte de espiral de histeria generalizada.

Numerosas naves industriales mantienen su actividad durante la cuarentena para asegurar el abastecimiento

Numerosas naves industriales mantienen su actividad durante la cuarentena para asegurar el abastecimiento

"No entiendo lo del papel higiénico. Puedo llegar a comprender que, en un momento dado, los que venden alimentación tengan un poco más de descontrol pero en la limpieza no lo entiendo porque al fin y al cabo, tú aunque estés en tu casa encerrada o no, vas a gastar lo mismo que habitualmente", exclama Antonio.

Por ello, este empresario malagueño pide una llamada a la calma, hay stock suficiente y no habrá carestía de cualquier producto imprescindible: "Lo que es de primera necesidad como papel higiénico, lejía, fregasuelos, pañuelos, compresas€ todo eso hay, y tenemos bastante. Quizás si alguien viene buscando una marca concreta, a lo mejor no lo hay, pero siempre va a haber". No obstante, sí que hay ciertos productos agotados desde hace días como los geles desinfectantes.

Al ser preguntado por cómo podrá afectar la crisis del coronavirus a su negocio y a las naves vecinas del San Luis, Antonio Godino se encoge de hombros y barrunta un futuro vacilante: "Hoy hacemos esto, mañana ya nos dirán".

Miedo por el vandalismo

En otros polígonos como el Santa Bárbara o el Viso, más enfocados a la automoción, el comercio o los talleres si se nota mucho más los efectos del estado de alarma y la llamada a confinarse. "Está prácticamente todo cerrado", afirma con rotundidad Juan Francisco Moreno, presidente del Parque Empresarial Santa Bárbara y administrador de la Asociación de Polígonos y Parques Industriales y Comerciales de Málaga y Provincia (APOMA).

Este cierre mayoritario de negocios en algunos polígonos suscita preocupación entre los empresarios por el hecho de que puedan sufrir robos en sus locales. "Los parques tienen ahora menos afluencia tanto de los trabajadores como de clientes y lógicamente estamos un poco preocupados por que se vayan a producir actos vandálicos".