Tenían los billetes comprados y esperaban regresar a Melilla el lunes. Algunos incluso llegaron a subirse al barco el lunes, donde esperaron unas dos horas para zarpar aunque finalmente se quedaron en tierra debido a las restricciones en el tránsito de pasajeros decretadas por el Gobierno, incluidas en el paquete de medidas para contener la pandemia del Covid-19.

Desde que se comunicó la suspensión de las conexiones marítimas entre Málaga y Melilla, algunos viajeros han podido viajar hoy pero en torno a unos 15 pasajeros continúan a la espera en la Estación Marítima malagueña para poder volver a casa, entre los que se encuentran una mujer de 64 años recientemente sometida a una operación oncológica en el Hospital Materno, su marido de 78 años y un melillense de 74 años que estaba de vacaciones en la capital malagueña acompañado de su hijo. Todos ellos considerados población de riesgo frente al virus.

"Esto no es broma. No hay derecho. Venimos a operarla y nos vamos a casa. No entendemos cómo nos están haciendo esto", lamenta el familiar.

Estos viajeros llevan dos noches durmiendo en las sillas de la terminal marítima o en el propio suelo, arropados con mantas cedidas por Cruz Roja, la misma que les trae tres comidas al día, agua, artículos de aseo y algunas mascarillas. El entumecimiento achaca especialmente a los más mayores pero es algo que se extiende entre todos los afectados:

"He cogido un camino larguísimo y todavía no he descansado, tengo las piernas reventadas", exclama un melillense que vino conduciendo desde Cantabria, donde trabajaba en la hostelería. Tras la declaración del estado de alarma decidió volver a Melilla para pasar la cuarentena. "No podemos estar más así, llevamos dos noches durmiendo en el suelo y no nos dan ningún sitio algo más decente para asearte, para cambiarte de ropa, para ducharte, para dormir bien€ nos dicen 'a ver mañana' y así llevamos desde el domingo por la noche hasta hoy".

En una situación similar se encuentra otro ciudadano de la ciudad autónoma que ha vuelto en avión desde Alemania. Tras dos meses trabajando en una lavandería, explotó la crisis sanitaria y emprendió el camino para volver con su familia: "El lunes saqué el billete y a las doce me dijeron que no, nos bajaron. Aquí nos tenemos que quedar".

Según informa Baleària en su página web, las salidas de Ceuta y Melilla están permitidas, no así aquellas que parten desde la península. En este último caso, es necesaria una autorización excepcional de las delegaciones del Gobierno que se emite mediante una solicitud previa que deben rellenar los viajeros. Por su parte, los afectados sostienen que así lo han hecho y aún no han recibido respuesta.

Esta naviera mantiene tres conexiones semanales con Melilla. El buque Dénia Ciutat Creativa llega a Málaga los lunes, martes y viernes a las 12:00 y regresa a las 22:00 horas. Por tanto, si los viajeros no obtiene ese permiso especial que les permita embarcar hoy tendrán que esperar dos días más hasta la salida del próximo barco. "Queremos que al menos nos aseguren que si no vamos a tener la autorización no nos vamos a quedar otra vez tirados, que nos llevarán a algún sitio. Me parece muy bien la alerta, lo respeto totalmente, pero que den soluciones".