El coronavirus ha arrasado con nuestra cotidianidad, ha irrumpido en nuestro día a día, muy especialmente en tareas tan básicas y habituales como hacer la compra. Las grandes cadenas de alimentación han introducido estos días importantes novedades para que sus empleados y clientes puedan efectuar sus compras en este nuevo y complejo escenario.

El Corte Inglés ha adoptado "medidas que garantizan la seguirdad de clientes y empleados". El horario de atención al público será de 10.00 a 20.00 horas, "si bien se podrían introducir modificaciones en función de la evolución de la situación". El acceso al centro se deberá realizar de forma individual, manteniendo las mínimas distancias de seguridad (1 metro), se pagará con tarjeta o el teléfono móvil siempre que sea posible.

Mercadona abrirá sus establecimientos de 9.00 a 19.00 horas. Destacan que habrá control de aforo en sus locales y que no se admitirán devoluciones, así como la suspensión del servicio a domicilio. De otro lado, aseguran que se están realizando tareas de desinfección y limpieza especiales de las tiendas y los bloques logísticos.

Sí mantienen el servicio a domicilio Los locales de la cadena Día (abren de 10.00 a 20.00 horas). Los preparadores y repartidores usan guante de vinilo, dejan el pedido en la puerta manteniendo 1 metro de distancia y firman, evitando el contacto cliente-dispositivo. Desde la empresa se pide al cliente que "evite la compra compulsiva y que pague con tarjeta".

También adelanta una hora el cierre Carrefour, estos días de 9:00 a 21:00 horas, "para garantizar la seguridad y protección de nuestros colaboradores y clientes". Además, resaltan que tienen "materiales de higiene" disponibles para que la compra sea mucho más segura.

Otra que cambia es la cadena Supersol, que desde esta semana está operativa de 9.00 a 21.00 horas. Maskom también ha modificado el horario de cierre de manera excepcional en todas sus tiendas, que será a las 20.00 horas de lunes a sábado, hasta el próximo 30 de marzo de 2020, además de recomendaciones como mantener un metro de distancia, pagar con tarjeta y acudir solo a comprar.