El director de la Casa del Sagrado Corazón, conocida popularmente como el Cottolengo de Málaga, y de la residencia del centro para mayores "Buen Samaritano" de Churriana, Patricio Fuentes, ha explicado este viernes que ambas instituciones, vinculadas a la Diócesis de Málaga, han registrado ya algunas incidencias del coronavirus, aunque ha destacado que se está controlando en todo momento a los residentes para evitar contagios.

En el caso de Cottolengo, donde hay acogidas 40 personas en necesidad de todo tipo de edades, el pasado miércoles se produjo el fallecimiento de una mujer de unos 80 años con patologías previas a la que se le detectó, a posteriori, la presencia del virus. En "El Buen Samaritano", que alberga a un centenar de personas de la tercera edad, desde la pasada semana se han contabilizado siete positivos: cuatro de ellos siguen en la residencia, aislados del resto, mientras que otros tres han ido siendo trasladados a hospitales, donde evolucionan de forma diversa.

Fuentes ha informado a este periódico que la mujer fallecida en Cottolengo tenía varias patologías previas y una movilidad muy reducida. Tras su defunción, y al dar positivo en el coronavirus, se han hecho pruebas a las personas que estuvieron más en contacto con ella, estando pendiente el resultado las mismas. También se les ha aislado en sus habitaciones, a donde se les lleva la comida y se les atienda. En cualquier caso, no se han detectado síntomas de fiebre ni de infección respiratoria en ninguno de los residentes. El centro cuenta con la asistencia del centro de salud Alameda-Perchel y de la unidad de residencia del SAS.

En Cottolengo trabajan siete empleados y tres hermanas de la orden franciscana de las clarisas, que actúan como enfermeras. Lo que no tiene estos días el Cottolengo es la ayuda de los más de 75 voluntarios que habitualmente colaboran con el centro, ya que con el actual estado de alarma esa actividad ha quedado suprimida por seguridad. "Hay sobrecarga de trabajo, pero nos defendemos bien, y tenemos mascarillas y guantes suficientes para los próximos días. La estrategia es la contención del virus", ha comentado.

En el popular Cottolengo residen actualmente unos 25 ancianos, junto a familias (madres con hijos), algunos jóvenes o personas con tratamiento oncológico, todos ellos en situación de extrema necesidad. Al centro están llegando también estos días donaciones de comida de empresas y hoteles, algo que Fuentes agradece enormemente. "Esta crisis está generando mucha solidaridad", ha afirmado.

Respecto a la residencia "El Buen Samaritano" de Churriana, donde se han detectado siete positivos, los cuatro que continúan en el centro reciben un seguimiento sanitario muy exhaustivo, y evolucionan con sintomatologías diversas. El resto de los cien residentes está el máximo de tiempo en sus habitaciones y sólo sale de ellas para dar breves paseos de uno en uno. "Los familiares no pueden venir a verlos estos días, y eso genera angustia, pero mantenemos un permanente contacto con ellos", detalla Fuentes. El centro también dispone de todo el material preciso y cuenta con una plantilla de 70 personas que trabaja por turnos.

"Lo que estamos haciendo es doblar turnos, así los trabajadores descansan luego más tiempo, porque hacen un esfuerzo muy grande. También así conseguimos un ahorro del material de prevención que necesitan", ha apuntado.