En alguna ocasión Chummy Chúmez nos comunicó en uno de sus chistes algo a su parecer insólito: el hallazgo de vida inteligente en la Tierra.

Hubo una época en España, sin embargo, en que trató de hallarse vida inteligente fuera, y todo avión que no fuera de Iberia, todo globo aerostático e incluso, con el juego de luces adecuado, un plato de los de tiro al plato, era susceptible de ser 'interpretado' como un objeto volante no identificado.

En los años 70 y 80 los cielos de España se llenaron de supuestos platillos volantes y más de un españolito creyó haber sido abducido por extraterrestres, sin por ello entrar en la categoría malaguita supina de 'majarón perdío'.

A este ambiente de ovnis y seres de otro planeta que quieren analizarte por dentro, al tiempo que te tumban y mantienen tus constantes vitales, como si fueran psicoanalistas, hay que achacar el objeto sedente, por muchos no identificado, que desde su construcción monta guardia delante de la 'parte noble' del túnel de la Alcazaba, infraestructura de la que hablamos ayer.

Ya saben, se trata del cilindro metálico que desgracia el conjunto formado por la boca del túnel, la fuente del lateral y la inscripción con el nombres más antiguo de nuestra ciudad, unos miles de años anterior a la denominación 'Málaga Smart City'.

Fuentes jubiladas de la Gerencia de Urbanismo informan de que el cilindro es bastante probable que acoja en su seno la maquinaria de la fuente vecina.

Esconda lo que esconda, el sistema de camuflaje ha logrado esconder el contenido, pero el continente ya da más el cante que Kiko Rivera en un congreso sobre Gonzalo de Berceo.

Porque el tiempo pasa y nuestro Consistorio no ha hecho nada por curar los achaques 'vandálicos' de este artefacto: El cilindro tiene más abolladuras que la superficie lunar, fruto de algún amante de las películas de Bruce Lee. Y en cuanto a las pintadas, hay expertos que aseguran que podrían ser contemporáneas de Altamira, por el tiempo que llevan sin ser eliminadas.

Con el afán de todas nuestras administraciones por abrir zanjas, ¿no se podría mandar esta ignota maquinaria bajo tierra o a un sitio menos 'cantoso'? Ahí queda la pregunta de esta sección terrícola.

Cacerolas

Ayer, resonaron las cacerolas en algunos balcones de Málaga contra la corrupción y la Monarquía, después del 'tachable' comportamiento del Rey emérito.

Los partidarios de una jefatura del Estado electa deberían hacer el ejercicio de imaginarse como presidente de la República a José María Aznar, si son de izquierdas, y a José Luis Rodríguez Zapatero, si son de derechas, y luego preguntarse si en España una República aguantaría tan bien 40 años y representaría mejor al país que la actual Monarquía parlamentaria. Luego, sería el momento de sacar conclusiones, aparte de cacerolas, y actuar en consecuencia.