Con el habitual trajín de la rutina política confinado entre las cuatro paredes de casa, a cada representante le toca seguir muy de cerca aquellas materias por las que vela habitualmente. La educación pública fue una de las que estuvo más presente en los debates previos al estallido en su máxima gravedad de la vigente crisis del coronavirus. Precisamente, algunos de los principales actores que se ocupan de ella en la política regional son parlamentarios por Málaga. El consejero de Educación de la Junta de Andalucía, Javier Imbroda (Ciudadanos), y sendos portavoces del mismo ramo por sus respectivos partidos en el Parlamento andaluz, Miguel Ángel Ruiz (PP) y Beatriz Rubiño (PSOE), explican cómo viven sus confinamientos.

Javier Imbroda (Ciudadanos)

«Mi día consiste en levantarme pronto (como casi siempre), leer la información que nos llega desde el gobierno, artículos y noticias de actualidad general y de educación y deporte, en particular. Despacho con mi jefe de gabinete y luego con mi viceconsejera por videollamada todos los asuntos que nos afectan. Cuando termino ese primer despacho, realizo comunicaciones varias con consejeros, secretarios y directores generales de forma puntual para tratar cualquier tema que vaya surgiendo o estudiar diferentes propuestas, programas y determinadas ideas. A última hora de la mañana, sobre las 14.00 horas, intento hacer algo de ejercicio físico para después comer, hacer una parada y volver al despacho a las 17.00 horas. Suelo terminar a última hora de la tarde, a veces más tarde dependiendo del trabajo acumulado, y acostumbro a cerrar la jornada despachando de nuevo con mi jefe de gabinete y la viceconsejera para repasar el día y preparar el siguiente. Mi vida personal queda reducida a las comidas, donde nos juntamos a charlar y compartir esos ratos. La principal preocupación hoy (y siempre) es la salud, pero en plena emergencia sanitaria se acentúa aún más. Estamos ante una crisis humanitaria, sin precedentes, presenciando situaciones terribles. El trabajo se puede recuperar, y se recuperará, pero una vida no. Estoy horrorizado al saber cuántos de nuestros mayores se están muriendo solos, sin poder despedirse nadie de ellos. Es terrible. ¡Cómo están nuestros sanitarios luchando en la primera línea y la lección que nos están dando a toda la sociedad! Solo piden material para protegerse y seguir luchando. Otros colectivos -fuerzas de seguridad, ejército, transportistas, agricultores, personal de supermercados, tiendas de comestibles, farmacias...- velan para que todos los suministros estén a disposición de la sociedad. Sin queja, solo trabajando y a disposición de todos. Saldremos adelante pero habremos aprendido a identificar en estas circunstancias quién fue bueno, y quién no. Nos ayudará a conocernos mejor y a valorar cuánto bueno hicieron aquellos que hoy nos cuidan».

Miguel Ángel Ruiz (PP)

«Como ciudadano, me quedo en casa y sigo las noticias de la epidemia con preocupación e impotencia. Y con un enorme agradecimiento hacia todos aquellos que están dando la cara en primera línea, empezando por los sanitarios y siguiendo por las fuerzas de seguridad, los servicios de emergencia y de limpieza, los trabajadores de los supermercados, los agricultores y los transportistas. La sociedad española está en deuda con todos ellos. A nivel político tenemos bastante trabajo. Como portavoz de Educación, me ha tocado estar pendiente de temas como que las empresas de servicios educativos sigan cobrando para que no despidan a sus trabajadores, que las Escuelas Infantiles reciba ayudas para que esta crisis no se las lleve por delante o que los 18.000 niños en riesgo de exclusión social que en Andalucía comían a diario, gracias a los comedores escolares, puedan seguir haciéndolo después de que éstos hayan cerrado. Además de otras cuestiones como qué pasa con el curso escolar o con la selectividad. La verdad es que es de valorar lo bien que estamos trabajando en este sentido con diputados de otros partidos, especialmente en Educación con los portavoces de Ciudadanos o Adelante. Y, sobre todo, el enorme esfuerzo que está haciendo el profesorado andaluz, que en 48 horas se ha tenido que reinventar y está dando el 100%.A nivel personal, aprovecho estos días para estar en casa con mi familia. Mi mujer teletrabaja y mi hija de 15 meses echa mucho de menos la calle. Y la verdad es que creía que iba a tener más tiempo para leer, pero entre el trabajo, la casa y la niña no lo he conseguido aún».

Beatriz Rubiño (PSOE)

«Mi vida personal ha dado un giro de 180 grados. He pasado de estar todo el día fuera a estar en mi casa de Churriana, en la que tengo la suerte de disponer de dos patios. Pero hay una diferencia abismal. La misma semana en la que se decretó el estado de alarma yo había estado aquí en la provincia de Málaga con agenda política, en Madrid en el Senado, dos días en el Parlamento en Sevilla y en Jerez en un encuentro educativo. En mi casa, de cocinar y hacer la compra se encarga mi pareja y, aunque tenemos un supermercado muy cerca, procuramos salir solo una vez a la semana para no exponernos demasiado ni exponer a los demás. Hablo todos los días con mi madre. Ella está en la residencia del Buen Samaritano. Me gustaría reconocer la grandísima labor que hacen. También hablamos con mi suegra, que es muy mayor y vive en Marbella. También estoy preocupada por mi hermana, que trabaja en el Hospital de Antequera; o por mi mejor amiga, que trabaja en el Clínico. La tranquilidad que supone tu casa también es fuente de preocupación porque estás constantemente pensando en las personas que te importan. Ha cambiado la dinámica de los horarios, aunque estoy siendo estricta porque tiendo a ser nocturna. Creo que el trabajo político lo hemos afrontado todos más o menos igual: permanentemente enganchados al ordenador y al móvil. Como soy la portavoz de Educación, recabo las incidencias que me llega del personal técnico de integración social, intérpretes de lengua de signo, auxiliares de educación que no saben qué va a pasar con los puestos de trabajo, muchos opositores de Secundaria€ También resuelvo muchas dudas sobre el empleo, mucha gente pregunta por el tema de los ERTE. También me preocupa la intoxicación informativa y procuro desmontar bulos. No solo me preocupan las muertes, los contagios y lo mal que lo pasa la gente. Me preocupa mucho el después. Me preocupa que, en vez de ser mejores, seamos peores. Que, como en los bulos, la gente saque lo peor».