La joven española de 22 años detenida en Málaga hace unas semanas por su presunta implicación en un crimen en Países Bajos podría enfrentarse a una pena de privación de libertad máxima de por vida. Según ha informado la Comisaría Provincial, la orden de detención emitida por las autoridades holandesas reclamaba a la chica como cómplice de un delito contra las personas cometido en la ciudad de Schiedam, muy cerca de Róterdam, ya que la investigación la sitúa en la vivienda en la que se produjeron varios disparos que acabaron con la vida de un varón de 26 años, tal y como adelantó La Opinión de Málaga el 7 de marzo. Aunque la investigada tiene su domicilio familiar en Barcelona, fuentes cercanas al caso han explicado a este diario que fue localizada la noche del 29 de febrero en la zona de la plaza de la Merced, donde unos agentes comprobaron la orden de detención que pesaba sobre ella al identificarla. Los investigadores no descartan que la joven se encontrara en Málaga de paso en un intento de viajar a Marruecos, país del que procede su familia, para eludir a la justicia neerlandesa.

El crimen tuvo lugar sobre las 19.30 horas del 28 de diciembre. Los disparos registrados en una casa de Boomgaardstraat convocó a policía y servicios sanitarios, que no pudieron hacer nada por la víctima, un joven de 26 años de la ciudad de Rijswijk. La investigación reveló que otra persona resultó herida en el enfrentamiento. Un rastro de sangre que salía de la vivienda condujo a los agentes hasta Ooievaarsteeg, una calle situada a unos 400 metros al noroeste de la escena del crimen. El fin de esa pista llevó a pensar que el implicado o implicados se subieron a un vehículo y huyeron. Los trabajos se centraron entonces en las imágenes de las cámaras de videovigilancia que los agentes obtuvieron a lo largo de la ruta de escape. Esta coincidió en fecha y hora con el recorrido que hizo a pie un grupo de tres personas, dos varones y una mujer, que efectivamente huyeron en un vehículo que fue grabado circulando de forma errática.

La primera detención se produjo el 14 de enero y fue un hombre de 41 años que vivía en el piso donde murió la víctima. El 21 de enero, la Politie puso a disposición de un conocido programa televisivo de investigación policial algunas de esas imágenes para que la audiencia aportara datos sobre los sospechosos. Los vídeos, de poca calidad y grabados de noche, no muestran los rostros claramente, aunque sí ofrecen detalles de atuendo. Un día después de la emisión fue arrestado un joven de La Haya de 31 años, mientras que el 12 de febrero fueron arrestados otros dos varones, uno de 32 años procedente de Deventer y otro de 37 y vecino de Schiedam. Ambos fueron puestos en libertad sin perder la etiqueta de sospechosos. Los dos primeros detenidos son los varones que aparecen en el vídeo, según la investigación policial.

En el puzle de las detenciones faltaba la pieza de una chica a la que los agentes sitúan en la escena del crimen y en el posterior recorrido callejero. Tras anunciar su detención en Málaga, la policía holandesa siguió lanzando públicamente preguntas a los ciudadanos: "¿Sabes quién está involucrado en el tiroteo y cuál fue el motivo? ¿Tiene más información y aún no ha hablado con la policía?".