"Buenos días, ¿de dónde viene? ¿Hacia dónde se dirige?". Este es el estribillo que siguen los agentes de la Policía Nacional a lo largo de toda una jornada de trabajo en un control de desplazamientos del tráfico rodado malagueño a las afueras del Puerto de la Torre, uno de los numerosos puntos que se localizan en la provincia y que intensifican su trabajo de cara al fin de semana.

A lo largo de la jornada, los efectivos paran y redirigen a una media de 50 vehículos que no circulan en la dirección correcta según la justificación que aporta el conductor. Además, se comprueba el número de viajeros que ocupan el vehículo y, en caso de ser más de uno, si van sentados en diagonal y, por supuesto, si hay motivo para que el conductor lleve acompañante.

"Se comprueba con el documento de identidad, u otro documento que así lo certifique, el domicilio de la persona, para así saber si se dirige al mismo por el camino correcto o no, en cuyo caso se le conmina a que de la vuelta indicándole las vías de accesos idóneas para completar su trayecto", explica el inspector jefe de la Policía Nacional, Javier Sánchez. En caso de alegar acudir al trabajo, los agentes pueden pedir un documento que así lo acredite.

En este punto de Málaga que conecta la A-7075 con la Autovía del Mediterráneo, los coches van apareciendo poco, en reducidas ocasiones se producen colas a la espera de pasar el control policial, el flujo es mínimo. En mayor medida discurren furgonetas de reparto, camiones y ciertos turismos en los que el conductor suele llevar mascarilla y guantes. Si así lo consideran, los agentes piden a algunos vehículos que se echen a un lado para proceder a un registro.

Dos semanas después de que se decretara el Estado de Alarma y las restricciones en la circulación, la percepción policial es que los desplazamientos se han reducido considerablemente, hay mayor conocimiento de las normas impuestas y cada vez son más aislados los casos en los que interceptan a un conductor sin causa justificada:

"El ciudadano malagueño es muy consciente y colabora mucho en facilitar el trabajo policial", relata el inspector jefe Sánchez. "Muchos de ellos tras tener que esperar en su vehículo para que le realicen una identificación policial, se despiden de los agentes con sonrisas y palabras de ánimo". Aún así siguen lidiando con "excepciones" protagonizadas por "personas que no son conscientes de la gravedad de la situación o tienen carencia de solidaridad". Según Javier Sánchez, "afortunadamente son mínimas. En estos pocos casos si que se extienden actas de propuestas de sanción de manera estricta".

Estas sanciones oscilan entre los 100 y 600 euros si se consideran leves, y pueden llegar hasta los 30.000 euros si son graves. Desde que comenzó el Estado de Alarma, en España se han tramitado un total de 53.030 multas.

El director adjunto del operativo de la Policía Policial para todo el territorio nacional, el comisario principal José Ángel González, ha asegurado que estos controles a las entradas y salidas de las ciudades intensificarán su actividad de cara al fin de semana y sostiene que habrá "tolerancia cero con todos aquellos que por su insolidaridad e irresponsabilidad se salten el confinamiento y pongan en peligro el sacrificio de millones de españoles". En estos puntos de control también están trabajando efectivos de la Guardia Civil y Policía Local.

Combatir un virus

Los agentes de la Policía Nacional a pie de calle, como cualquier otro ciudadano que debe seguir trabajando pese a la cuarentena, están extremando las medidas de seguridad y siguiendo, de forma exhaustiva, las medidas que recomiendan las autoridades sanitarias, así como las recomendaciones de sus propios médicos.

"El Policía está acostumbrado a bregar diariamente con delincuentes, es nuestro hábitat natural, pero combatir un virus es algo nuevo para nosotros», afirma Javier Sánchez. "Los Policías que están siendo bastante meticulosos". Por otro lado, la excepcionalidad de esta situación supone incrementar la dosis de responsabilidad en el cuerpo a la hora de cumplir con su deber: "Son días duros y no deseables, especialmente porque está suponiendo un drama para la población española; los policías no están exentos de vivir en familiares cercanos los efectos de esta enfermedad, pero aún así siguen viniendo a trabajar con entereza y profesionalidad, porque son muy conscientes de la importancia que tiene la labor que están realizando".