El modelo de respirador creado de urgencia en Málaga, ante la escasez de esos equipos por el aumento de enfermos del coronavirus en hospitales, se probará en pacientes a partir de hoy y -si funciona- se empezará a fabricar; lo que podrá hacerse en más sitios al ser sus planos de libre disposición.

En Barcelona, Asturias y Madrid hay otras iniciativas de este tipo con enfoques diferentes y compatibles, según aseguró en una entrevista con Efe el creador del aparato que ha servido de base al modelo malagueño, el cirujano cardiovascular del Hospital Regional de Málaga Ignacio Díaz de Tuesta.

Este facultativo explicó que no pretende sustituir al respirador convencional, con mayor capacidad, sino que es para una emergencia y únicamente está justificado en casos en que un enfermo vaya a morir por no tener disponible un aparato de este tipo de los habituales, pues «es un respirador de guerra para una situación de guerra».

En el momento en que desde hoy haya pacientes en los hospitales malagueños universitarios Regional o Virgen de la Victoria con los que se cumplan los requisitos éticos médicos establecidos, se efectuarán las pruebas ya autorizadas en dos de ellos durante cuatro horas.

Se les simultaneará un respirador convencional y el creado, llamado 'Málaga Respira 3', y se tratará de ver si proporcionan la misma capacidad.

Si todo sale bien, tanto el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España como la Agencia Española del Medicamento deben decidir si el respirador es apto y en qué condiciones, tras lo que inmediatamente se podrán fabricar por cualquier empresa porque al tratarse de una «iniciativa altruista» estará en código abierto y se accederá libremente a los planos.

Inicialmente está previsto que la multinacional Fujitsu fabrique en su planta de Málaga a partir de la próxima semana estos nuevos respiradores, probados ya en un cerdo de forma satisfactoria durante 24 horas y con un coste de material de 600 euros por unidad.

Los primeros 80 aparatos están asegurados al disponerse del material comprado y los palés recibidos desde el miércoles, pero se precisa de más piezas para alcanzar el objetivo fijado de 300.

El doctor Díaz, también jefe de Cardiovascular en el Hospital Quirón Salud Tenerife, cree que las iniciativas de respiradores que están en últimas fases son las de Barcelona y Málaga y comenta que la catalana consiste en crear piezas por impresión 3D y usa un motor como los de limpiaparabrisas para comprimir un balón medicinal.

Este ceutí, formado profesionalmente en Madrid, dijo que para la industrialización el modelo malagueño debe ser de los primeros y añade que en esta lucha «queda mucho por hacer y muchas noches sin dormir».