El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, se prodiga mucho estos días en las redes sociales con el fin de transmitir a los malagueños la importancia de permanecer unidos y hacer caso a las recomendaciones sanitarias para evitar la propagación del coronavirus. Afirma en que ya piensa, desde su casa, cómo hacer frente a la crisis económica que se derivará de esta situación de emergencia, promete apoyo a los empresarios y al turismo malagueños y pide dejar para cuando pase este mal rato el análisis sobre las decisiones tomadas y sobre si el confinamiento debió haberse decretado antes.

Alcalde, en una reflexión muy expresiva por su parte, dijo usted que nunca había vivido una época como ésta. ¿Qué sensaciones tiene en esta ocasión y cuáles tuvo el 23F y durante la crisis de 2008, que son los momentos que sacó a relucir?

El 23-F fue un desafío enorme para la entonces joven democracia española, pero se resolvió muy pronto, en apenas un día, y creo que contribuyó a reforzar nuestras instituciones. Fue una crisis política exprés, si me permite que lo diga así. Esta crisis del coronavirus tiene un alcance distinto, mucho más prolongado en el tiempo, mucho más profundo. Afortunadamente, hoy tenemos una democracia robusta. Es evidente que esta gran crisis incluye dos crisis en su interior: primero, la sanitaria; después, la que vendrá cuando superemos la fase sanitaria, que será económica y, por lo tanto, social. No será fácil, hay que ser claros con los ciudadanos: vamos a tener que esforzarnos mucho para propiciar la recuperación económica, para crear el empleo que va a perderse, para que Málaga capitalice toda su potencialidad como ha podido hacerlo durante la crisis que se inició en 2008, que aunque intensa fue gradual, mientras que la de ahora está afectando al mundo entero muy rápidamente y todavía no sabemos cuánto va a durar. En la de ahora hay además vidas en juego, y eso es lo más importante, hay un componente moral que nos concierne a todos. Creo que las últimas tres generaciones de españoles no han vivido nada igual. Yo, desde luego, no recuerdo nada como esto.

¿Tiene constancia de cuánto puede durar el confinamiento?

Sé lo que sabemos todos, que el Gobierno decidió dos semanas y ha prolongado dos semanas más. Entiendo y apoyo lo que ha hecho el Gobierno de España y entenderé y apoyaré que lo prorrogue aún más si es necesario. La prioridad absoluta ahora mismo es resolver esta crisis sanitaria, y el Estado se ha activado para hacerlo. Todos somos Estado, también las comunidades autónomas y el Ayuntamiento. Lo dije antes de que se declarara el estado de alarma y lo reitero ahora: el Ayuntamiento apoyará sin reservas las disposiciones del Gobierno y de la Junta de Andalucía, con toda lealtad.

Aún es pronto, según dijo usted hace unas semanas, para establecer cuánto daño va a hacer el coronavirus a la economía malagueña. ¿Cuáles serán sus prioridades en esta materia una vez pase la tormenta? ¿Cuál es su plan de rescate económico para la ciudad?

Hablaremos de ello cuando tengamos números contrastados, cuando podamos estudiar a fondo las medidas y su repercusión para las arcas municipales. Lo estoy diciendo estos días: nuestra presión fiscal es baja, muy baja, y eso nos da poco margen de maniobra. Pero nos esforzaremos. Tan rápidamente como sea posible haremos lo que tengamos que hacer por las empresas, las pymes, los autónomos de Málaga. Haremos, no anunciaremos. No tengo prisa por anunciar, sino por tomar decisiones, por hacer. Anunciaremos cuando podamos hacer, sin precipitarnos. Quiero ser muy riguroso con esto, más que nunca. No hay que dejarse llevarse por las prisas.

¿Tiene alguna estimación tras hablar con empresarios y sindicatos?

He hablado con muchos empresarios estos días y están preocupados. Comparto su preocupación, por supuesto. Pero ellos mismos reconocen que no es posible hacer cálculos rigurosos todavía. Estamos en un escenario de incertidumbre para todos. Hay sectores totalmente paralizados, como es el caso del turismo, y casi los servicios en general. Más adelante intensificaremos las campañas de promoción para recuperar y atraer turistas. Dar una cifra sería aventurarse. Habrá que hacer cálculos más adelante, cuando salgamos de la crisis sanitaria.

Parece que los presupuestos, recién aprobados, ya no valdrán para este escenario...

Haremos las modificaciones presupuestarias que sea necesario hacer. Y activaremos gasto por emergencia, dado que se nos permite. Decretaremos gastos por emergencia para atender lo más inmediato, de acuerdo con nuestro socio de Gobierno y manteniendo a la oposición informada. En el marco de las medidas económicas adoptadas dentro del estado de emergencia está previsto que podamos usar una parte del remanente de 2019 para las emergencias sociales. Más adelante, si hace falta modificar el presupuesto, también se modificará. Usaremos todos los medios a nuestro alcance.

¿Considera que los malagueños están cumpliendo a la perfección los deberes del estado de alerta, pese a las sanciones que ya se están imponiendo a algunos de ellos?

No podemos decir a la perfección, pero sí que los incumplidores son una minoría. La inmensa mayoría de los malagueños están siendo responsables, cívicos y solidarios. Espero que esos comportamientos minoritarios se reduzcan. Que se conozcan los datos locales sobre denuncias ayudará a ello, porque cuando esos pocos incumplidores vean, escuchen o lean esos datos se verán disuadidos. Esto va en serio, es una cuestión de salud pública y la policía, incluyendo el cuerpo municipal, va a hacer su trabajo sin dudarlo.

La actividad municipal continúa en remoto. ¿Cómo funciona el día a día de una maquinaria tan gigantesca como la del Ayuntamiento durante estos días?

El Ayuntamiento, empezando por los concejales, se ha adaptado a esta situación muy rápidamente. Como cualquier centro de trabajo, salvo aquellas personas cuya tarea tiene que desarrollarse en la calle, hemos pasado al teléfono, al WhatsApp, a la videoconferencia. Creo que nos hemos adaptado razonablemente bien, que todo el mundo está haciendo lo que le corresponde para que podamos seguir activos, funcionando pese a lo excepcional de la situación.

Algunos sindicatos denuncian la falta de mascarillas y guantes para hacer frente a este problema. ¿Se ha surtido a quienes trabajan más expuestos de los equipos de protección?

Hemos pedido material al Estado, cuyo mando único centraliza todo en aplicación del decreto del estado de alarma. El material debería haber llegado antes, no cabe decir otra cosa. Aunque una crisis sanitaria como ésta dé poca capacidad de reacción, los trabajadores que están quejándose de falta de material tienen razón al hacerlo, hay que escucharles y responder a sus peticiones lo antes posible desde el Gobierno central. Están en primera línea de fuego y sus quejas son absolutamente comprensibles. Hay que agradecerles su esfuerzo y dedicación en estos momentos tan duros. Espero y deseo que quienes no han recibido material aún lo reciban cuanto antes.

¿Cómo valora el paquete de medidas económicas del Gobierno? ¿Considera que servirán para reducir la incidencia de la recesión futura?

Creo que el Gobierno tendrá que tomar bastantes más medidas económicas, y muchas de ellas tendrán que dar oxígeno a los ayuntamientos. Si, en condiciones normales, las corporaciones locales españolas somos las débiles de Europa en términos de presupuesto por habitante y año, la situación ahora será aún más anómala. El Gobierno tendrá que articular mecanismos que nos permitan a los municipios disponer de recursos para dar flexibilidad a los contribuyentes, por un lado; y para impulsar inversiones que generen empleo lo más rápidamente posible. Hay que decir que ésta es una crisis global, y como tal necesita una respuesta mundial y, desde luego, europea: si esta crisis acaba siendo muy profunda, la Unión Europea debería poner en marcha estímulos económicos muy potentes, poner en pie una especie de Plan Marshall adaptado al momento actual.

Alcalde, ¿no considera usted que medidas como el confinamiento deberían haberse tomado antes, como han indicado algunos sanitarios?

Mire, no voy especular sobre algo tan delicado, para empezar porque no soy experto en la materia. Tiempo habrá de analizar la toma de decisiones de estas semanas, incluso de determinar responsabilidades sobre las mismas si fuera conveniente hacerlo. Pero creo que ahora no es el momento; ahora hay que destinar toda nuestra energía a acabar con la crisis sanitaria. Cuando todo esto pase, habrá tiempo para verlo detenidamente, lo veremos todo con mayor perspectiva y frialdad. Ver esto en caliente no me parece buena idea.

¿Considera que las autoridades subestimaron la importancia de esta crisis?

No voy a entrar en eso ahora. Creo que las autoridades tienen ahora mucho que hacer para atender la crisis sanitaria, y en eso nos tenemos que centrar todos.

La Policía Local está coordinándose con la Nacional para que no haya incidentes y se respeten las obligaciones del estado de alarma. ¿En qué están centrando su labor?

La Policía Local tiene encomendados controles de tráfico estáticos y móviles, patrullas por distintos puntos estratégicos de la ciudad, vigilancia en centros comerciales, supermercados y mercados municipales, vigilancia en centros hospitalarios y del transporte público, Mercamálaga... Se está haciendo un gran trabajo de coordinación con la Policía Nacional, estamos trabajando conjuntamente con ellos de forma muy eficaz y compartiendo información en todo momento.

¿Cuál ha sido la situación, dentro de toda esta crisis sanitaria, que más le ha llamado la atención, sorprendido o emocionado?

Sin duda, lo que más me ha conmovido es la situación de las residencias de mayores. Una de las cosas que he hecho estos días es llamar a muchas de ellas para interesarme por las personas que atienden y preguntarles si desde el Ayuntamiento podemos hacer algo para ayudarles. Me han emocionado los aplausos a los sanitarios en los balcones, merecidísimos. Y estoy muy orgulloso de Málaga, de la respuesta de la ciudad: los ciudadanos, en la inmensa mayoría de los casos, han reaccionado de forma responsable, solidaria y prudente.

¿Cómo lleva, en su caso, el confinamiento?

Bien, bien. Leyendo documentos y prensa digital, viendo noticias en televisión cuando hay comparecencias en directo, escuchando la radio cuando desayuno y almuerzo. E intentando moverme bastante, aunque sea por el pasillo, para mantenerme en forma. Estar confinado no es nada en comparación con lo que hacen todos los días en la calle los profesionales cuyo trabajo permite el funcionamiento diario de la ciudad, a quienes tenemos que darles las gracias permanentemente.

¿Qué le dicen estos días los malagueños con los que habla por videoconferencia, llamadas telefónicas o qué ve cuando acude a alguna situación que requiere su presencia?

Hasta el lunes, 23 de marzo, sólo he salido de mi piso dos veces desde la declaración del estado de alarma: para ofrecer la rueda de prensa por streaming del martes de la semana pasada y para presidir las Juntas Generales, el pleno extraordinario sobre Limasa y la posterior Junta de Gobierno Local celebrados el jueves. Echo mucho de menos salir a la calle y el contacto con la gente. Por teléfono, WhatsApp y videoconferencia hablo a todas horas con concejales y directivos municipales. También he mantenido conversaciones con el presidente de la Junta de Andalucía, con la delegada del Gobierno en Andalucía, con el subdelegado del Gobierno, con el presidente de la FEMP y otros alcaldes y alcaldesas, con responsables de ONG, con empresarios de diversos sectores... Hay preocupación y es una preocupación más que justificada. Tendremos que trabajar mucho para salir de esta crisis sanitaria primero; y para levantar el vuelo una vez superada la crisis económica, después. Lo haremos juntos y estoy seguro de que lo conseguiremos entre todos.