Desde que estallase la pandemia, hospitales y centros de salud de Málaga continúan trabajando a destajo para atender a los afectados por el Covid-19 en una suerte de ecosistema sanitario donde cada puesto y cargo suman fuerzas a diario. Desde médicos, enfermeras, auxiliares, celadores, mantenimiento, limpiadores... hasta el personal informático.

Solo en la provincia de Málaga, cerca de una treintena de personas se encargan a diario de mantener a punto la instalación informática del Servicio Andaluz de Salud, esto es, de asegurar el buen funcionamiento del soporte tecnológico que necesitan en su día a día el personal sanitario y administrativo de los centros de Atención Primaria y los hospitales de la provincia.

Ahora, con todos los esfuerzos centrados en superar esta crisis sanitaria, los informáticos del SAS se han convertido en otra pieza clave en la redistribución de los espacios hospitalarios y también afrontan la exposición al virus para asegurar el funcionamiento de los ordenadores, impresoras... y todo el equipo necesario, incluido en zona restringidas como las propias Unidades de Cuidados Intensivos o los quirófanos, donde también se protegen con los equipos de protección individual que emplean los sanitarios.

"Vamos a los hospitales in situ, hemos ido esta semana y tenemos que continuar yendo, porque nuestro trabajo, nos dicen, ahora mismo es imprescindible", explica Mónica Cáceres, técnico informático en el Hospital Materno Infantil y en el Civil, y presidenta del comité de empresa de Prusia Technology de toda la región andaluza, una de las empresas que conforman la UTE concesionaria del soporte tecnológico en el SAS junto a DXC Technology Servicio España. "Tenemos que entrar a cualquier sitio en el que haya que realizar un traslado o haya que arreglar un ordenador, una impresora o todo lo que se rompa de lo que nosotros llevamos".

En el caso de los traslados de especialidades entre hospitales y la redistribución de los espacios dentro de los propios centros para ubicar nuevas unidades de hospitalización para atender los nuevos contagios, el personal de informática accede a las áreas médicas, desmonta los equipos, los prepara para la mudanza y vuelve a montarlos en su nueva localización, una labor en la que trabajan mano a mano con los celadores y con los encargados de la electromedicina del hospital, que hacen lo propio con la maquinaria sanitaria.

"Intentamos extremar las medidas de seguridad dentro de nuestras posibilidades porque no se nos considera personal de riesgo", denuncia Mónica, que considera a su gremio un importante vector de transmisión, ya que se mueven por todos los centros hospitalarios y de Atención Primaria de Málaga para resolver cualquier incidencia.

"Lo que siempre nos trasladan es que nosotros no estamos con los pacientes. No los tocamos pero sí que podemos tocar cualquier cosa que haya podido tocar un sanitario que antes ha tocado a un paciente. Si yo voy y cambio un ordenador o cambio un teclado o cambio un ratón, cualquier persona que haya estado en una planta, lo ha podido tocar".

En remoto

Para evitar expandir los posibles contagios a toda la plantilla, la presidenta del comité de trabajadores del área informática afirma que se han establecido turnos semanales para dividir el trabajo presencial y las tareas que pueden realizar desde sus hogares, donde atienden a diario numerosas peticiones de todas las plantillas hospitalarias para poder conectarse a sus ordenadores a distancia.

"Mucha gente puede estar trabajando desde casa, como médicos, enfermeros, documentalistas... porque estamos habilitando VPN para ello, configurándolas incluso fuera de nuestro horario laboral y con compañeros que están de baja laboral por patologías previas al coronavirus pero que también quieren ayudar", sostiene Mónica Cáceres. "No se habla de nosotros pero estamos aquí y seguiremos ayudando hasta que la salud nos lo permita".