Jamás los verás llevando un trono. Jamás los verás salir en la foto de un periódico o por televisión. Ellos prefieren que nadie vea el dolor y el sufrimiento de su alma dibujado en su rostro mientras ayudan a Cristo a soportar el peso de la cruz o acompañan a la Virgen María bajo su manto.

Ellos llevan el cristianismo en la sangre y el dolor, de manera anónima, en la intimidad de su soledad. Son los miembros de los submarinos que cada año meten el hombro debajo de muchos tronos de nuestros Cristos y de nuestras Vírgenes para echar una mano a su cofradía y para que sus sagrados titulares puedan procesionar por las calles de Málaga en Semana Santa, con devoción, con respeto y con fe.

Este año no habrá procesiones en Semana Santa por eso, un grupo de hombres de trono de uno de los submarinos de una cofradía de Málaga, decidió donar a la lucha contra el coronavirus el dinero que cada año reunían en vituallas para hacer más llevadero el recorrido.

"Somos unas 50 personas en nuestro submarino y nuestro margen de maniobra es limitado; por eso de la noche a la mañana decidimos ponernos en contacto con los miembros de otros submarinos y hemos creado un grupo de whatsapp para que nuestra capacidad de respuesta frente al coronavirus sea mayor", explica Miguel Ortega, portavoz de Submarino Solidario.

Dicho y hecho, gracias a la colaboración de unos 40 submarinos de cofradías malagueñas, ésta asociación benéfica ha entregado al Servicio de Urgencias del Hospital Clínico Virgen de la Victoria de Málaga un lote de 20 kilos de hidrogel alcoholado y 800 guantes para el personal sanitario.

El colectivo lo forman hombres de trono de todo tipo de profesiones en su mayoría jóvenes, como Miguel Ortega, de 28 años, que quieren seguir aportando su granito de arena al personal sanitario en su lucha contra el coronavirus. "Está resultando bastante complicado porque el material sanitario escasea y es difícil de conseguir pero estamos aportando nuestro granito de arena", explica el cofrade.

La red de submarinos solidarios ha logrado reunir unos 90 protectores de pantalla fabricados con impresoras 3D, gel y guantes que quieren repartir entre el personal de los hospitales Clínico y Regional de Málaga pero también entre el personal de las ambulancias, que está en primera línea de fuego en esta batalla, explica Ortega.

"En vez de donar todo a un centro queremos repartir nuestra ayuda entre distintos centros para que aunque sea poca puedan llegar a todos los que lo necesitan", añade el cofrade.

Submarino Solidario ha abierto una cuenta para quienes quieran hacer una donación que se transformará en material sanitario con el número: ES68 0081 0240 1600 0296 8203.

En contra de lo se pudiera pensar, los integrantes de los submarinos no son gente mayor que quiere seguir vinculada a su cofradía sino jóvenes que han decidido llevar su fe en el más absoluto anonimato.

"Somos gente normal que preferimos llevar nuestro sufrimiento fuera de la vista de las cámaras. Somos una pequeña familia en la que sabemos a lo que vamos, vamos a trabajar, tenemos confianza unos con otros.... y es una de las experiencias más bonitas. Vamos, yo no cambio un submarino por un puesto en un trono por fuera", explica Miguel Ortega.

Submarino Solidario ha surgido desde las entrañas del mundo cofrade a raíz de la pandemia del coronavirus, pero con vocación de mantenerse en el tiempo. "Ya que somos cofrades, que menos que ayudar a quien lo necesita porque no todo es sacar tronos y estar en las cofradías, sino cumplir con otro precepto del Cristianismo que es ayudar al que tenemos al lado".

"Este año en el que los tronos no van a poder salir a la calle tiene que ser un año de reflexión y de interiorizar los sentimientos y de ayudar a los demás, en definitiva, de ser más cofrades que nunca porque el cofrade no debe ser solo salir en procesión una vez al año sino todo el año y la principal función de las cofradías debería ser la caridad y aquí estamos en los submarinos para apoyar también", afirma Miguel Ortega.