Un determinado tipo de válvula, pieza clave en los respiradores artificiales tan necesarios actualmente para enfermos del coronavirus, ha sido diseñado por un equipo de empresas liderados desde Málaga por el Grupo Premo y se fabricará en esta ciudad si se restringe su abastecimiento en esta situación.

En la presente coyuntura de crisis sanitaria mundial, en la que los países compiten por conseguir en el mercado internacional respiradores, hay dos piezas determinantes para fabricar estos dispositivos, las válvulas y los sensores de presión.

La creada ahora es -a diferencia de las habituales- una válvula "Made in Spain" (fabricada en España, en inglés; en este caso -por ahora- únicamente diseñada), así la define en declaraciones a Efe el consejero delegado de Premo, Ezequiel Navarro.

Destaca que se procedería a su producción en caso de que en un futuro el "mercado esté más restringido y sea difícil encontrarlas", en cuyo caso se harían en Málaga.

"Existiendo válvulas hay respiradores; si no, no", ha asegurado, para afirmar que estas "válvulas malagueñas son una garantía" para mantener la producción de respiradores a gran escala que acaba de iniciarse en España si es que hubiera que recurrir a ellas.

Navarro ha resaltado que "en siete días se ha desarrollado la válvula", en su mayor parte por Premo; pero con la participación también de SM Mecanizados; el doctor en Ingeniería Mecánica especialista en construcción de maquinaria y automatización de la Universidad de Málaga Francisco García y el Centro Tecnológico del Plástico Andaltec, de Martos (Jaén).

La compañía TDK, de Málaga, puso a disposición ingenieros y su fábrica; ha habido ofrecimientos del centro tecnológico vasco Tecnalia; hicieron parte del trabajo con la empresa madrileña Escribano y desde el Parque Tecnológico de Andalucía (PTA), con sede en la capital malagueña, se pusieron a disposición empresas como Dekra y Quandum.

Ezequiel Navarro admite que se podría hablar de una válvula "Made in Málaga", al ser diseñada "en un 90 por ciento" en este lugar, y comenta que han ofrecido ayuda solicitada desde otros proyectos de respiradores que se han encontrado con el mismo problema de carencia del referido componente.

Este ejecutivo fue comisionado por la patronal de la industria tecnológica digital en España, Ametic, en contacto con el Gobierno, para coordinar de forma altruista la capacidad del sector cara a fabricar respiradores ante la demanda de estos dispositivos.

Antes que nuevos diseños que tuvieran que pasar el largo proceso de certificaciones y validaciones médicas, creyó que lo mejor era aumentar la capacidad de producción de los respiradores que ya se hacían en España, aunque con el inconveniente del bloqueo en el suministro de válvulas y sensores, que no se fabrican en España.

Se trata de válvulas de proporcionalidad que abren progresivamente su caudal por un microprocesador y que se han convertido en "un producto estratégico" en estos momentos.

Las gestiones del Grupo Premo -en nombre de Ametic- han facilitado, junto a otros actores, que la empresa madrileña Hersill (con la que el Gobierno ha firmado un contrato para fabricar 5.000 respiradores en dos meses) no esté limitada por falta de válvulas, que le van llegando desde Estados Unidos.

Varios miles de sensores con semiconductores de silicio se han conseguido en China, gracias -entre otras actuaciones- a los contactos de Premo, y la empresa Fagor ha dispuesto 5.000 fuentes de alimentación.

Este ejecutivo ha enfatizado el logro de que la empresa madrileña pase de fabricar diez respiradores al mes a cien por día en un mercado mundial de estos equipos que el pasado año produjo 6.000 unidades.

Premo, con más de 1.200 empleados y sede en el PTA, en Málaga, se dedica al desarrollo, fabricación y venta de componentes electrónicos.