La excepcionalidad de la situación actual ha obligado a 'meter en el congelador' o 'en manteca' -como el rico lomo de Los Montes- ciertos movimientos políticos que se habían producido justo antes de la parálisis que ha traído la crisis del coronavirus.

La misma semana en la que se decretó el estado de alarma comenzó con el anuncio de una nueva moción de censura en un municipio de la Axarquía.

De este modo, el temblor axárquico se confirmaba como el fenómeno atmosférico-político con el que los dos grandes partidos vienen ajustando últimamente sus cuentas.

Moción 'interruptus'

El lunes 9 de marzo, los cuatro ediles del PP en Cómpeta y los dos representantes de Por Mi Pueblo registraron la intención de arrebatarle la alcaldía al PSOE. No obstante, como era de esperar en la vigente etapa de confinamiento, el propio PP admite que la moción de censura ha sido suspendida. Posiblemente, hasta nuevo aviso. Hay más de un frente abierto en esta preciosa comarca malagueña.

En el caso de Cómpeta, quizás haya de fondo claves que no se entienden sin el fracaso de otra moción de censura anterior con la que Ciudadanos y el PP iban a derrocar el pasado mes de enero a la alcaldesa socialista de Alcaucín, Ágata González.

En aquella ocasión, el cambio de bando de la edil naranja Sara Matés y el voto en contra del concejal de Por Mi Pueblo, José Sebastián Navero, mantuvieron con el poder al PSOE. Y ambos fueron expulsados por romper sendas disciplinas de partido, pues Por Mi Pueblo, que en esta comarca tiene como referencia al exalcalde de Rincón de la Victoria José María Gómez Muñoz 'Pepín', esperaba la abstención de su representante para que no se pronunciara en ninguna dirección. Ahora, varias semanas después, las cuatro mismas formaciones políticas se han visto en torno a otra moción de censura en Cómpeta. La única que mantiene el mismo rol es la bancada socialista, pues también tiene que defender la alcaldía. Pero esta vez no se atisban posibles apoyos para salvarla que sumen a la minoría de tres ediles en una corporación de once concejales.

Aunque no la haya registrado, la moción la puso en bandeja Ciudadanos, que le retiró su apoyo de dos miembros a los socialistas. No olvidemos que en Alcaucín el PP se sonrojó por la falta de previsión del partido naranja. Quizás ahora le estaban devolviendo el favor. La cosa es que la candidatura más votada en los comicios municipales en Cómpeta fue la del PP con cuatro ediles y ahora, con el apoyo de los dos concejales de Por Mi Pueblo más el rechazo de Ciudadanos al PSOE, lo tenía todo atado. Sin embargo, las circunstancias mandan y esta moción de censura axárquica también se resiste.

Tras registrarla, el portavoz del PP en el Ayuntamiento de Cómpeta y candidato a la Alcaldía, Obdulio Pérez, justificó el movimiento en «la necesidad de dotar de estabilidad a la gestión que se lleva a cabo desde el Ayuntamiento tras la ruptura del actual equipo de gobierno» que conformaban PSOE y Ciudadanos. «Un municipio como el de Cómpeta necesita de un equipo unido, en el que todos estén remando en el mismo sentido y trabajando las 24 horas del día por el interés general de los vecinos, y eso es lo que se va a lograr con esta moción de censura», vaticinó el entonces futurible alcalde.

Al igual que en Alcaucín o Cómpeta, el presente mandato municipal comenzó en otras localidades axárquicas con gobiernos del PSOE apoyados por Ciudadanos. Uno de estos casos se sigue dando en Algarrobo, donde los socialistas solo obtuvieron una veintena de votos más que el PP. Ambos grupos cosecharon seis ediles y el concejal naranja desequilibró la balanza. Tras el pacto, la actual vicepresidenta de la Diputación y candidata popular, Natacha Rivas, no tardó en denunciar la recompensa recibida por el representante de Cs a cambio de su respaldo al PSOE. En Algarrobo, sin duda, hay otro frente abierto. El tiempo dirá cuál será el escenario en el que se produzca otro de esos temblores axárquicos que trascienden el significado local y señalan a un pueblo como sutil metáfora.