Hubo un tiempo en que la cultura literaria sólo se concebía con mayúsculas, de ahí que para muchos fuera un pináculo bastante empinado, valga la redundancia, poblado por grandes monstruos, desde Flaubert a Cervantes pasando por James Joyce o Jenofonte.

La paradoja es que dos intelectuales españoles, Luis Alberto de Cuenca y Fernando Sabater, se han encargado en las últimas décadas de extender el concepto de cultura y de reivindicar como parte importantísima de la formación de la persona la que tradicionalmente se ha visto como una cultura con minúsculas o cultura popular en la que entrarían desde Guillermo Brown a Emilio Salgari, pasando por las novelas de Julio Verne, Dumas o Sherlock Holmes. En suma, a tener en cuenta obras que nos han marcado la vida, sin por ello minusvalorar a las de la 'cúspide', pues todas forman parte de la educación de la persona.

En este camino, se ha producido incluso el ingreso en el club de los clásicos de escritores que antes eran considerados populares, como Robert Louis Stevenson, los mencionados Verne y Dumas y otros ya del siglo pasado como Stefan Zweig.

En la línea de no minusvalorar tampoco géneros considerados menores, también estos dos intelectuales han reivindicado los cómics o tebeos, y en el caso de Luis Alberto de Cuenca, durante su etapa en la Biblioteca Nacional ha logrado que la institución comience a preservar tebeos históricos.

También en Málaga el cómic o tebeo ha empezado a verse como un objeto que puede contener dosis artísticas y calidad en grandes cantidades.

Lo podremos comprobar estos días con la estupenda iniciativa que ha tenido el dibujante veleño Juan de Aragón, que en su Facebook (Juan de Aragón-Ilustrador) está compartiendo dos de sus obras, de marcado carácter histórico y divulgativo.

Se trata de 'Puerto y Ciudad. Bicentenario de La Farola' y 'Bernardo de Gálvez. Una vida ejemplar, una historia apasionante'.

Poseedor de un trazo claro y sencillo, Juan de Aragón acompaña al lector, en la primera obra, editada en 2017 por Málaga Port, a través de la Historia del Puerto de Málaga, y en la segunda, de 2018 y editada por la Diputación, la Fundación Unicaja y la Asociación Cultural Bernardo de Gálvez, nos guía por la vida y azañas del militar y estadista de Macharaviaya.

Las dos obras cuentan con el asesoramiento de los académicos malagueños de la Historia Francisco Cabrera y Manuel Olmedo y es una gozada ver la minuciosidad con la que Juan de Aragón, artísticamente conocido como 'El fisgón histórico', reproduce con minuciosidad ropas de época, armamentos, embarcaciones o hace revivir las murallas y puertas de la Málaga anterior a las demoliciones de finales del XVIII. El cómic es un arte. No se lo pierdan.