Estos días se ha cumplido un mes desde que el Gobierno central decretase el estado de alarma y el consiguiente confinamiento para luchar contra el coronavirus. Desde entonces, Málaga afronta una crisis sanitaria sin precedentes que ha obligado a las autoridades y a numerosos colectivos (sanitarios, agentes de la ley, personal de ayuda a domicilio, trabajadores de supermercados, etcétera...) a una reorganización sin precedentes, dada la titánica tarea que tienen frente a sí y, por otro lado, la enfermedad ha conllevado una crisis económica también de consecuencias insospechadas, por ahora. Nadie sabe cuándo tocará fondo y si la recuperación será en ‘L’ o en ‘V’.

La tónica habitual de estos días ha sido la de calles vacías y comercios, bares y restaurantes cerrados a cal y canto; gente con mascarillas por la calle y muchos controles de la Policía Nacional y la Policía Local para pillar a quienes no respetan los límites del confinamiento. Salvo algunos, la mayoría de la población ha respetado la necesidad de quedarse en casa. La Policía Local ha denunciado, desde el inicio del confinamiento y hasta el pasado viernes, a un total de 2.861 personas por el incumplimiento de las medidas preventivas decretadas fruto del estado de alarma y en relación al confinamiento en casa. Hay cuatro detenidos y se ha detectado a 685 coches circulando de forma indebida.

Respuesta sanitaria

Los hospitales están desbordados, aunque no se ha llegado al colapso. El Hospital Regional y el Clínico Universitario han afrontado reorganizaciones de gran calado para hacer frente a la pandemia. El primero ha trasladado cuatro especialidades al Civil y al Materno para contar así con más espacio para los infectados y el Clínico amplió hace dos semanas las áreas de Urgencias, Hospitalización y Cuidados Críticos. Se ha trabajado intensamente en levantar en apenas una semana un hospital de campaña en el polideportivo de Carranque.

Los sistemas sanitarios público y privado cuentan con un total de 5.400 camas, incluyendo las 165 de Carranque -más diez en la UCI- y las 2.200 privadas. El Regional ha llegado a instalar camas en la cafetería y en el salón de actos y ha habido escasez de equipos de protección, según los sindicatos, en diferentes momentos. El presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno, destacó el miércoles pasado en su visita a Carranque: «La semana pasada activamos el Plan 9.000 aunque aún no hemos alcanzado esa cifra de afectados y vamos a dar un paso más y pondremos en marcha el segundo Plan de contingencia previsto para 15.000 afectados». Eso ocurrió el mismo día. En cuanto al número de casos, el Viernes Santo se situó en un total de 2.127 personas en la provincia, tras crecer en 53 las nuevas infecciones en relación al día anterior, decreciendo, por tanto, el ritmo de subida de la curva. Los fallecidos eran anteayer 154.

Esta semana, el Regional reforzó su plantilla con 560 contrataciones, la Unidad Militar de Emergencias ha seguido desinfectando infraestructuras clave y hay planes para medicalizar distintos edificios civiles si fuera el caso, incluidos un hotel -que se está habilitando ya- y un antiguo hospital. Ya se trabaja con el escenario de tener que confinar a enfermos asintomáticos en otras infraestructuras una vez la pandemia empiece a reducirse.

Otra obsesión es evitar el desabastecimiento de alimentos. Así, desde el inicio de la crisis del coronavirus Mercamálaga ha recibido 17.797 toneladas de mercancías (16.478 de fruta y verdura y 1.319 de pescado). El Ayuntamiento, por otro lado, ha repartido durante el estado de alarma 4.617 lotes de comida a familias vulnerables.

Crisis económica

En el ámbito económico, la perspectiva continúa siendo mala. Los hoteles de la capital prevén dos escenarios de pérdidas: los más optimistas hablan de una caída del 25% o 30% en los ingresos y los más realistas, las sitúan en el entorno del 60% a final de año. Prácticamente toda la planta hotelera está cerrada y afectada por expedientes temporales de regulación de empleo. Los hoteleros ya dan la temporada por perdida y consideran que ahora debe lucharse por el turista nacional, de forma que el internacional, dada la crisis de confianza que vaticinan inmediatamente posterior a la de la pandemia, sólo comenzará a volver al destino a final de año o principios de 2021. La situación es de tal gravedad que el presidente de Aehcos, Luis Callejón, habló de que el sector necesitará un lustro para recuperarse. Han pedido ayudas económicas, aplazamientos en el pago de las cuotas de la Seguridad Social sin recargo al Gobierno central, y aplazamientos también en el pago de impuestos y tasas municipales.

Hostelería

En la hostelería, la cosa también pinta mal. Javier Frutos, presidente de Mahos, asegura que la suspensión de la Semana Santa ha supuesto la pérdida de hasta 70 millones de euros para la hostelería malagueña y, en todo el mes, se llegará a los 270 millones de pérdida. Piden al Gobierno que les eche una mano en el pago de los alquileres, así como la suspensión del pago de diversos tributos que afectan a diversas administraciones. «Ya pensamos en el medio plazo, porque el corto plazo es brutal. Es un año complicado. Y luego está la forma en la que vamos a abrir, habrá que hacerlo acompasando la apertura con las medidas sanitarias», dice, en referencia a las limitaciones de aforo, impuestas también, por ejemplo, en el transporte público estos días. Casi el 100% de los bares y restaurantes malagueños se han acogido a la figura del ERTE y prevén endeudarse con créditos de bancos y el Instituto de Crédito Oficial (ICO), lo que lastrará cualquier beneficio. Además, muchas empresas hosteleras se verán abocadas al cierre. Sólo la suspensión de la Semana Santa ha dejado pérdidas de cien millones de euros en la ciudad.

En la construcción, tras ser paralizada en el segundo tramo del confinamiento por el Gobierno, la cosa no se prevé mejor. La Asociación Provincial de Constructores y Promotores de Málaga (ACP) celebró el miércoles una reunión telemática con representantes de más de 37 empresas promotoras. Piden facilitar la liquidez de las empresas, fomentar la inversión, y dar confianza a las familias. Urbanismo sigue trabajando en los trámites de planeamiento para que no se pare la inversión.

El desempleo, desbocado

El Ayuntamiento bonificará o aplazará el pago de tasas a 200.000 recibos y solicitó al Gobierno por carta que se permita hacer bonificaciones extraordinarias al IBI y al IAE. El desempleo está, por otro lado, desbocado y aumentó en marzo en 30.234 personas, hasta un 19,7%, registros mucho peores que en la crisis de 2008. Por último, la provincia sigue encabezando las cifras con 23.404 solicitudes de ERTE (el 26,4% de Andalucía), que afectan a unos 114.000 trabajadores.