Un equipo formado por médicos de California y Málaga, así como por ingenieros coordinados por el ingeniero de Telecomunicaciones José Luis Córdoba, en la parte técnica, y por el doctor Juan Mora Ordóñez del área de Cuidados Intensivos del Hospital Regional Universitario de Málaga, en la parte clínica, han hecho posible un respirador portátil de altas prestaciones, de nombre ‘Covida-19’, sin apenas mantenimiento y de coste reducido.

El proyecto, sin ánimo de lucro y en fase de pruebas clínicas en el Hospital Regional, que está a cargo de la investigación, cuenta con el aliciente de haber sido desarrollado «desde el primer momento, en contacto con médicos especialistas tanto de España como de Estados Unidos para ver cuáles son sus necesidades», explica esta semana a La Opinión José Luis Córdoba, un cordobés afincado en Málaga desde 2002, especialista en robótica aplicada a la medicina y que ha trabajado siete años en Silicon Valley.

El ‘Covida-19’, compacto y robusto, está preparado para tratar a pacientes con coronavirus y a cualquier persona con fallo respiratorio, incluidas las de alta gravedad, y puede usarse tanto en ambulancias, por el Ejército, en residencias, etc... como en situaciones de emergencia o en países con sistemas sanitarios en desarrollo.

A este respecto, José Luis Córdoba explica que normalmente los hospitales funcionan con tomas de oxígeno en la pared, algo que no tienen muchos centros hospitalarios de países en desarrollo, que deben contentarse con bombonas de oxígeno. «Y es algo que no es necesario con este respirador, porque cuenta con una turbina que genera el aire que necesitas».

Otra de las ventajas de este modelo es que posee los modos de funcionamiento controlados por volumen de aire y presión, así como la respiración asistida y la presión positiva al final de la expiración.«Permite ajustar por el médico con mucha precisión los parámetros de funcionamiento de acuerdo con cada paciente», explica José Luis Córdoba.

Además, otra novedad es que incorpora un interfaz gráfico que puede seguirse desde la tableta o el móvil. Por medio de sensores, microprocesadores y software el aparato mide 500 veces por segundo los flujos de aire, presión y oxígeno, lo que permite seguir al instante el perfil personalizado de cada paciente. «Se pueden incluso recoger datos para estudios estadísticos que se pueden enganchar a la intranet del hospital», señala el ingeniero.

Apoyo del hospital

Las prestaciones del ‘Covida-19’, hecho en Málaga y por encima de las de otros respiradores portátiles, han hecho que los facultativos del Hospital Regional Universitario hayan mostrado su apoyo al proyecto.

Como detalla José Luis Córdoba, está diseñado para que pueda producirse de forma masiva y sencilla «en pocas semanas», con materiales disponibles, de alta calidad y biocompatibles con componentes de alta calidad

El ingeniero confía en que «en tres o cuatro semanas» se hayan realizado las pruebas clínicas, necesarias para conseguir la licencia de uso clínico en España y con vista a otros países. Además, explica que ya ha llegado a acuerdos con fábricas con certificación para producir equipamiento médico ISO 13485.

El ‘Covida-19’, un nombre que quiere subrayar el «apoyo a la vida» en tiempos del Covid-19, podría entonces emplearse en cualquier parte del mundo